Con la finalidad de dar un buen cauce legal, es necesario contar con un abogado corporativo que nos asesore para que nuestra empresa tenga éxito
Antonio Vera/Columnista
Y entonces un día emprendes. Hay que tomar varias decisiones, algunas simples, algunas más complejas, pero es parte del juego. Tu idea empieza su ejecución, quizá lo harás solo o tendrás socios, has definido tu capital de trabajo para emprender tu proyecto, iniciarás trabajos, pero legalmente ¿qué sigue?
Platiqué con el lic. Carlos Gallegos, un prestigiado Abogado corporativo del estado de Veracruz, desde donde presta servicios para empresas, microempresas, pymes y emprendedores. Ha sido él, quien con su experiencia me compartió varios tips muy interesantes. Ya que se tiene todo listo para iniciar tu proyecto,
“Lo importante es constituirse como empresa”, asegura el Lic. Gallegos. Esta acción no se debe dejar en el tintero. Hay quienes dicen ya nos juntamos familiares o amigos y de alguna manera ya somos una empresa, lo cual no debe ser así. Se debe dar la formalidad legal, misma que se le dará a través de un contrato social que da origen a las empresas. Así como en las personas físicas el acta de nacimiento le da la personalidad al individuo, en las personas morales (así se denominan a las empresas), su constitución o nacimiento, parte a través de un contrato social, también llamada acta constitutiva.
Por eso es importantísimo celebrar la constitución, para que la empresa tenga ese nacimiento y esa vida jurídica, donde se tenga un reconocimiento ante terceros, que todas las personas con las que van a hacer tratos comerciales sepan que es una persona moral, que está debidamente constituida y que tiene todo lo necesario para trabajar. Es muy importante decir que en este contrato social o acta constitutiva, es donde se establece el nombre de la empresa, a qué se van a dedicar, quiénes van a ser los socios, con qué capital van a funcionar. Eso es lo que a grandes rasgos debe de contener una acta constitutiva o un contrato social. Así como cuando te sientes mal y acudes a un médico, dependiendo los síntomas acudirás a uno general o un especialista, pasa lo mismo cuando estás frente a dudas jurídicas, ¿Cómo debo constituir una empresa? ¿Qué tipo de empresa me conviene? ¿Necesito cumplir con permisos? ¿Qué tipo de contratos son los que debo tener de origen para blindar las operaciones con clientes y proveedores?… Debes acudir con un Abogado corporativo. No es el notario quien sentará las bases legales de tu empresa, es un Abogado corporativo o también llamado Abogado de empresa, él es el experto que te puede ayudar.
Es él quien dará la estructura legal, es quien va a informarte cómo se pueden hacer las cosas para que estén desde el nacimiento en un correcto marco normativo, si no se hace de esta manera se corre el riesgo que existan problemas en la operación. Es el Abogado corporativo el que sabe manejar los temas civiles, los contractuales, los laborales, el tema fiscal con las empresas y con las autoridades, el tema notarial, o sea todo lo que conlleva la conformación, transformación y operación de las empresas.
El Abogado corporativo te asesorará desde la constitución de la empresa, permisos que necesitas para su establecimiento, el control laboral que es muy importante si vas a contratar personal, la protección legal de tus ideas, te asegurará la protección legal en la relaciones comerciales ya sea con clientes, proveedores o alianzas estratégicas, y muy importante en estos días, te ayudará a blindar tus operaciones digitales, un ejemplo básico es el aviso de privacidad. Contar con un buen Abogado jamás será un gasto, es uno de los asesores clave que debes tener en tu empresa, vale la pena recordar que todo lo que vivimos en el día a día está normado por el derecho, tanto para personas físicas como morales.