En Querétaro todavía existen más peculiaridades, en las últimas elecciones, sobre todo en referencia a las elecciones para Gobierno del Estado
Hugo Cabrera
Estoy convencido de que en política las victorias y las derrotas no son eternas; en Querétaro existen señales claras de una sociedad crítica que sabe evaluar trabajo, hojas de vida y vínculos, al momento de tomar una decisión en las urnas.
Lo ocurrido en Hidalgo y Coahuila, en donde la realidad electoral se alejó de lo que auguraban casas encuestadoras que parecieran tener intereses propagandísticos más que de estudio electoral profesional, nos demuestra que el PRI es un partido que sigue vigente y competitivo, listo para presentar cara en el 2021 y, teniendo como mayor fortaleza la cercanía con las causas sociales, ganar elecciones importantes. Los números son fríos y el PRI fue el gran ganador de las elecciones que se celebraron durante el 2020, antesala del 2021 donde Querétaro también tendrá contienda electoral.
También hubo grandes perdedores de los comicios celebrados en el 2020, no solo nos referimos al partido de quien hoy encabeza el Ejecutivo Federal que perdió muchos espacios; el Partido Acción Nacional, demostró debilidad y falta de representatividad territorial en estos estados, donde hubo contiendas donde quedó muy rezagado de los primeros lugares. No cabe duda de que no basta con una presencia en “aire” o tapizar de espectaculares una ciudad, para solicitar el voto y ganar una elección hay que conocer, caminar y escuchar, para después proponer.
En Querétaro todavía existen más peculiaridades, en las últimas elecciones, sobre todo en referencia a las elecciones para Gobierno del Estado, la opción que ha obtenido la victoria no llegaba como favorita por las mediciones demoscópicas.
Los pendientes heredados de una administración anterior, el trabajo previo de los aspirantes, el plan para dar solución a temas como los crecientes problemas de inseguridad en Querétaro o el tiempo perdido para atender de fondo la movilidad en el estado, son todos factores que se relacionarán de manera transversal en el 2021 y que influirán de manera determinante en la decisión que se tome el próximo año; lo que está en juego es la vía para construir ese Querétaro que anhelamos, ese estado que queremos heredar a nuestros hijos.
Lo cierto es que, en medio de todos estos factores, tan diversos pero a la vez vinculados, la sociedad queretana tendrá una enorme responsabilidad al momento de tomar una decisión y, a juzgar por el escenario, el PRI llegará competitivo y vigente para ser una opción a la altura de Querétaro.