Vienen tiempos de turbulencia y por ello es necesario que no se confunda el ser radical con ser crítico
Fernando Islas
El partido movimiento es un referente de como la lucha social organizada puede convertirse en una opción viable para asumir la administración de un municipio, estado o nación. Parece que fue ayer cuando más de uno de los que actualmente buscan sumarse a las filas morenistas, juzgaban a la ciudadanía que a través de la movilización y la resistencia civil pacífica, ejerciamos nuestro derecho de protesta y dábamos a conocer el Proyecto Alternativo de Nación que hemos trabajado y compartido en todo tipo de trincheras, desde las calles hasta los curúles y ahora en el Poder Ejecutivo a través del compañero Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero justamente el éxito de nuestro movimiento ha hecho que a nivel nacional diferentes perfiles pertenecientes a la vida política busquen de manera desesperada el incluirse en Morena usando sus antecedentes en algún espacio de representación popular o de la función pública y dejando de lado el trabajo con las bases, en las calles y con la ciudadanía, aspectos que son fundamentales para los fundadores del partido de la Cuarta Transformación.
Querétaro no ha sido la excepción y han existido personajes que han invertido años en poder sumarse a las filas del actual partido en el poder, siempre por el camino erróneo teniendo como resultado un fracaso rotundo. Para la contienda electoral del próximo año se avecina una desbandada de “buitres políticos” que buscarán a toda costa cubrir el porcentaje que los estatutos morenistas permiten, intentando pasar por encima de una militancia que se encuentra organizada en puntos muy precisos como cerrar a piedra y lodo la puerta para oportunistas que sin haber trabajado al interior del partido quieren llegar por una candidatura.
Haciendo honor a la verdad, Morena Querétaro no tiene perfiles dentro de su militancia para contender de manera competitiva por la gubernatura, pero tiene dos cartas envidiables que son “externos”, una es el Dr. Santiago Nieto, titular de la UIF, gente de confianza del Presidente y un pilar de la Cuarta Transformación Nacional, por otro lado se encuentra el Doctor Herrera que fiel a su estilo deja que su trabajo hable por él, siempre preocupado por la juventud y su papel como factor de transformación social y en particular por aquellos pertenecientes a los sectores marginados de nuestro estado.
Vienen tiempos de turbulencia y por ello es necesario que no se confunda el ser radical con ser crítico, en la política el pasado no se borra y mucho menos cuando algunos piensan que adelantarse a los tiempos, hacer alarde de supuestas relaciones con figuras políticas nacionales y colocar su imagen en cada esquina, es suficiente para contar con el respaldo y legitimidad que sólo el trabajo con la gente, a ras de piso y la militancia te puede dar.
Las puertas no están cerradas, pero eso no quiere decir que cualquiera pueda entrar. ¡Hasta la próxima!