Lo que veo es una obsesión por destruir acciones e instituciones forjadas en el pasado que bien o mal han funcionado y presuntamente terminar con intermediario
Arturo Cerda/Columnista
Científicos, médicos, deportistas, músicos, cineastas, periodistas amenazados, pero sobre todo enfermos y damnificados están metidos hasta el cuello en la corrupción.
Por eso el gobierno federal se vio en la necesidad de eliminar, vía la Cámara de Diputados, más de 100 fideicomisos que apuntalaban sus actividades y programas de atención.
Al menos esa fue la valoración genérica que argumentó el presidente Andrés Manuel López Obrador para ordenar que el decomiso de facto, vía la Cámara de Diputados, de 68 mil millones de pesos originalmente destinados para múltiples actividades.
Ninguna protesta, ningún llamado a la reflexión detuvo la desaparición de los fideicomisos.
Las protestas que llegaron literalmente hasta la puerta del salón de sesiones de San Lázaro. Lo único que lograron fue el desahogo de su inconformidad frente al coordinador de la bancada de Morena porque el destino de todo ese dinero ya estaba señalado y no habría marcha atrás.
Sólo siete abstenciones y 44 de los 178 votos en contra del dictamen, fueron de legisladores de los partidos que apoyan a López Obrador. El resto actuó con la últimamente muy mencionada “obediencia ciega” hacia la figura de López Obrador.
Según el presidente, los apoyos seguirán, pero ahora entregados de manera directa. Algo similar ocurrió con los recursos para guarderías infantiles y refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica. Parece un despropósito mover todo para que todo siga igual.
Con todo respeto, lo que veo es una obsesión por destruir acciones e instituciones forjadas en el pasado que bien o mal han funcionado y presuntamente terminar con intermediarios. Esto último, además de materialmente imposible, pareciera más buscar que cada peso que otorga el gobierno tuviera por un lado el escudo nacional y por el otro su rostro para que nadie olvide quien lo envió. Si algún problema de corrupción presentaban los fideicomisos, ¿por qué no hubo medidas correctivas y sanciones para los responsables? El presidente ya advirtió que va a exhibir a quienes, según él, se quedaban con el dinero. Y no descartó que haya gente corrupta, pero veremos si no es otra forma de someter a detractores.