La llegada del compañero Presidente Andrés Manuel López Obrador a la titularidad del Poder Ejecutivo Federal tiene diferentes metas que abarcan desde el ámbito económico hasta todo aquello relacionado con el desarrollo social. Para esto la defensa de la memoria histórica y la reconstrucción del tejido social es vital para que el gran proyecto transformador del actual Gobierno de México.

Es por ello que desde las diferentes secretarías del gabinete de AMLO se hace un trabajo integral para erradicar el desarme cultural y reconstruir el sentido de identidad que ha sido mermado por los malos manejos de administraciones anteriores. Por ello es que este año se conmemorará los 700 años de la fundación de México – Tenochtitlán, 500 años de la memoria histórica de México – Tenochtitlán y 200 años de la consumación de la Independencia de nuestro país.

Cómo estrategia de descentralizar los diferentes eventos conmemorativos, las 32 entidades federativas serán partícipes en los 12 eventos emblemáticos que tienen la consigna de emitir un mensaje claro y contundente de no más discriminación, alto al despojo y pedir perdón a todos aquellos pueblos originarios que históricamente han sido agraviados y marginados.

Andrés Manuel López Obrador lo tiene claro desde la primera ocasión que recorrió el cien por ciento de los municipios de México, nuestro país es una nación pluricultural, cualidad que es una base firme  en la fortaleza nacional. Sigamos sumando voluntades y esfuerzos para la reconstrucción de la patria sea una realidad, es necesario que el trabajo colectivo se sume al trabajo de la actual administración Federal para que el progreso  llegue de manera pronta y oportuna.

En nuestro estado se avecina un proceso electoral importante, donde urge un debate de altura y la presentación de proyectos de gobierno y desarrollo viables para que nuestro estado crezca de manera importante y reafirme su liderazgo industrial y turístico a nivel nacional. Vamos construyendo un proyecto que incluya todas las corrientes ideológicas y así la administración estatal entrante encuentre en la pluralidad del pensamiento una nueva forma de gobierno que erradique los usos y costumbres nocivos que históricamente han tenido continuidad los diferentes cambios de administraciones.