1 de cada 4 personas han perdido un trabajo por alguna foto en las redes sociales
Carlos Olguín
La semana pasada hablábamos sobre el origen de las redes sociales y de cómo son especialistas que aprovechan las debilidades de la mente humana para producirnos adicción a las redes sociales, porque el negocio de las redes sociales es ese que pasemos el mayor tiempo posible en las redes sociales, ese y nuestros datos, nuestras vulnerabilidades para seccionarnos como productores pasivos y por los que muchas empresas de todos tamaños están dispuestas a pagar sumas importantes de dinero, lo mismo que políticos, celebridades, etc.
Lo que creo que no todos sabemos es que 1 de cada 4 personas han perdido un trabajo por alguna foto en las redes sociales, algún comentario, una reacción que tal vez tenga años que se hizo, justo sobre ello el máximo tribunal de la comunidad europea ha dado ya fallos sobre un tema novedoso en el mundo, conocido como el derecho al olvido, que esencialmente se traduce en que las personas decidamos lo que las redes sociales recuerden sobre nosotros y lo que no.
Las personas en el mundo desbloqueamos en promedio 160 veces al día nuestros teléfonos, y en los países de la OCDE pasamos en promedio 8 horas diarias navegando en las redes sociales, un tercio de nuestras vidas, un tercio en el que podemos ignorar a las personas que están junto o frente a nosotros, nos hace perdernos de momentos increíbles y de alguna forma vivir en un mundo virtual.
La OMS ha dicho que los niños y las niñas menores de 2 años no deberían pasar un solo minuto frente al teléfono, la Tablet o dispositivos similares, pues atrofian procesos cognitivos irreparables en la mente de ellos, sin embargo, plataformas como YouTube, están plagados de contenidos para este sector y muchos padres desafortunadamente no son conscientes de estas circunstancias.
Se convierte en un chupón electrónico, donde se reemplaza el amor de padres por la frialdad de una pantalla.
Una sobre estimación de la estética, reflejada en algo tan simple como los filtros que se usan en las redes sociales son el caldo de cultivo perfecto para generar depresiones, e imágenes que no concuerdan con la realidad, a quienes seguimos y que compartimos es clave para no tener efectos adversos en el mundo de la web.
Empezamos a disfrutar la vida para mostrarla y no para disfrutarla, importa más que la foto sea editada para parecer mucho mejor de lo que es, que en realidad pasarla bien, personas que van a lugares específicos para poder subir una foto en sus redes sociales ese es un gran peligro que se explota en redes.
Nunca en la vida hemos enfrentado un enemigo tan poderoso como las redes sociales, ni la TV, la radio, la escritura, nada han tenido el alcance y la profundidad del internet y específicamente las redes sociales.
Finalmente me gustaría decirles que tomar consciencia sobre este tema puede ayudarnos mucho y poner esas herramientas a nuestro servicio y no a la inversa.