La matanza de Tlatelolco es uno de los episodios más sangrientos en la historia de nuestro país
Fernando Islas
El próximo viernes 2 de octubre se cumple un aniversario más del genocidio perpetrado por el ex Presidente Gustavo Díaz Ordaz y la autoría intelectual de su entonces Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez. La matanza de Tlatelolco es uno de los episodios más sangrientos en la historia de nuestro país , sin duda uno de los pasajes más dolorosos e indignantes para el pueblo de México, en especial para la comunidad estudiantil cuya realidad se transformó después de ese día en donde el gobierno mató a sus estudiantes, a los jóvenes cuyas exigencias más que justas eran y siguen siendo necesarias para la construcción de una sociedad más equitativa, con las mismas oportunidades y sobre todo con un presente digno y un futuro próspero.
Este hecho marca una lógica de represión a las luchas estudiantiles y populares en general que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) siguió de manera puntual hasta el último día de gobierno de su último representante en el poder, Enrique Peña Nieto, mandatario que al igual que sus antecesores en la silla presidencial tiene las manos manchadas de sangre y una cuenta pendiente con la justicia.
El Movimiento Estudiantil del 68 es una inspiración para todas las y los estudiantes que fieles a una cuestión biológica (como diría Salvador Allende) encuentran en la digna rebeldía y en la lucha constante por la justicia social, el espacio perfecto para ir conquistando derechos y oportunidades que las y los mismos estudiantes de aquel entonces exigían dentro de su pliego petitorio y en las consignas que desde ese día no han dejado de retumbar en las calles que año con año son inundadas en por la comunidad estudiantil en la Ciudad de México y en diferentes ciudades del país.
Justo la obligación histórica de rendir homenaje a los caídos del 68, es lo que hace 6 años motivo a los alumnos de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, ha realizar un boteo para acudir al mitin conmemorativo de aquel año, sin saber que tanto el crimen organizado coludidos con el ejército y las fuerzas policiales cometerían un crimen de estado que hasta la fecha sigue impune.
De Tlaleloco a Ayotzinapa, pasando por el Halconazo, Acteal, Aguas Blancas y un sinnúmero de episodios que nos llenan de rabia y dolor, la exigencia sigue siendo la misma, para los culpables ni perdón, ni olvido, castigo para los responsables materiales e intelectuales, sea un soldado o un ex presidente e inmediata justicia para las y los caídos.
¡Hoy más que nunca Ayotzinapa Vive!
¡Hoy más que nunca el 2 de octubre no se olvida!