“El fruto no cae lejos del árbol”
Hugo Lora
La idea de la separación de poderes pretende balancear su ejercicio por medio de pesos y contrapesos, es decir, que uno pueda frenar o impedir que otro abuse de sus atribuciones. Muchas veces hemos hablado de las malas decisiones y los actos de corrupción que se han suscitado en el poder ejecutivo, los cuales han llevado poco a poco a nuestro país a un panorama obscuro y sin mucha certidumbre, pero ahora toca ver estos actos en otro poder.
El día viernes 18 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el requisito de tener cinco años de residencia en el estado de Querétaro para poder ser candidato a la gobernatura de esta entidad, pues se consideraba que excedía lo contemplado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pero esto genera bastante sospecha ya que el contendiente que más ha sonado por el partido oficial, MORENA, no cumple con dicho requisito para poder ser candidato a la gubernatura ya que desde hace más de cinco años vive en la Ciudad de México.
La invasión del ejecutivo en los demás poderes es evidente: el legislativo con dos cámaras que están asediadas por un solo partido controlado por AMLO con mayoría absoluta en ambos casos; el uso de dependencias públicas para forzar la salida de un ministro de la SCJN para poder imponer a uno que fuera a gusto, que coincidentemente fue por medio de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; y ahora la influencia del presidente en la SCJN para intervenir en la elección de uno de los estados en el que es más probable que pierda su partido según las encuestas que han salido últimamente.
El abuso del poder al parecer es una particularidad de este gobierno que viene desde lo más alto y permea en todas sus ramas. Un fruto que lleva creciendo un rato en el árbol del poder se ha visto infectado. En estas elecciones tenemos la oportunidad de decidir si queremos vivir lo que está pasando a nivel federal mucho más de cerca o queremos seguir viviendo en un estado que ha sido un referente nacional, hay que pensarlo más de dos veces.