Los dos minutos y medio que duró el primero, bien pudo haber puesto Las Mañanitas, porque la felicitación y el reconocimiento con lugares comunes del papel que tiene Naciones Unidas no aportaron algo nuevo
Arturo Cerda Díaz/Columnista
Que triste manera de desperdiciar una oportunidad de demostrar que es un líder ejemplar, como presume, y posicionar el nombre del país cuando todo el mundo está pendiente.
Poco y de mala forma será recordada la participación del presidente Andrés Manuel López Obrador en la Asamblea General de la ONU, realizada esta semana de manera remota. En los mensajes que envió el lunes por el aniversario 75 del máximo organismo internacional, y el del martes como parte del debate, no dijo cosa alguna que llamara la atención, ni siquiera en México.
Los dos minutos y medio que duró el primero, bien pudo haber puesto Las Mañanitas, porque la felicitación y el reconocimiento con lugares comunes del papel que tiene Naciones Unidas no aportaron algo nuevo.
En el segundo, de poco más de 18 minutos, fue más el discurso de cualquier mitin cualquiera de los que sigue haciendo en sus giras.
Clase de historia para explicar cómo es que llegó el país a votar por lo que él bautizó como la Cuarta Transformación, el envidiable método mexicano para superar la crisis económica derivada de la pandemia, incluida la “rifa” del avión presidencial, que tuvo que explicar que no se ha vendido.
Fue tan absurdo que su expresión fue lo que más repercutió en redes sociales a manera de mofa.
Con todo respeto, ese es el tamaño de quien hoy está al frente de nuestro país.
Hasta hoy no luce las características de un jefe de estado que nos pueda representar dignamente y que vea por el interés de todos los mexicanos. Su única experiencia fuera del territorio fue el viaje a Washington, llevado por Donald Trump como parte de un acto de campaña en busca de votos, invitación a la que acudió sin chistar y estuvo sujeta a la agenda que le marcaron, porque la aprobación del T-MEC no fue sólo un logro de los republicanos que apoyan a Trump.
Lo demócratas hicieron su parte y para ellos no hubo la cortesía de siquiera pasar a dar las gracias. Ojalá después de las elecciones de noviembre en Estados Unidos no tengamos que pagar esa factura.