El panorama es preocupante, los partidos castigados por la sociedad, no pueden, sobre todo por falta de imaginación o de iniciativas inteligentes
Roberto Mendoza
He oído mucho que la llamada oposición está derrotada. Les recuerdo que fuimos nosotros los que derrotamos a estos partidos, 30 millones de votos golpearon fuertemente al PRI, PAN, PRD, MC y a los demás partidos y le dieron el triunfo a un movimiento radical. Votamos por un cambio que según su candidato era verdadero. Después de su triunfo, inició algo que llamó transformación, un proyecto que nadie conoce, su primera acción fue destruir las acciones de gobiernos de corte neoliberal, incluso pretende implementar una nueva ideología geopolítica que nadie entiende, pero que según, el presidente, ya está dando resultados.
Casi a diario el presidente asegura que esto ya cambió, que nadie se debe enojar, incluso pide que las personas que no están de acuerdo con él, ofrezcan disculpas por sus acciones del pasado, pues considera que quien no comparte sus ideales y sus luchas están equivocados y dañaron al país.
El panorama es preocupante, los partidos castigados por la sociedad, no pueden, sobre todo por falta de imaginación o de iniciativas inteligentes, canalizar nuestras demandas frente a las imposiciones del gobierno. Mientras, muchos ya estamos viendo como nuestra economía, cada día esta peor, como familiares y amigos están muriendo por esta pandemia sin precedentes y todavía vivimos con miedo de sufrir, a manos de la delincuencia.
Las cartas de personas preocupadas porque esto pare y haya una reconciliación son desestimadas por el presidente, incluso motivan su burla. En este caos surge un movimiento que parece ser igual de radical. FRENAA con doble A de AntiAmlo, espero no triunfe, porque sus primeros encuentros con los morenos están a un paso de ser violentos y lo menos que necesitamos es matarnos entre nosotros. Si de verdad el presidente ama al prójimo, si de verdad le gusta el cambio, que empiece por él mismo, ya lo ha dicho, nada vale más que la vida de las personas, yo creo, que ni siquiera un proyecto político.