En 2020, Querétaro recibió un total de 28 mil 476 millones 565 mil 348; mientras que para 2021, el Proyecto de Presupuesto de Egresos contempla que se le asignen 27 mil 876 millones 363 mil 28 pesos.
Hugo Cabrera
A pesar de que, para el próximo año, continuarán los estragos de la crisis económica y sanitaria derivada del Covid-19, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, presentado el pasado 8 de septiembre por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, prevé que los estados y municipios del país reciban 108,521 millones de pesos de recursos federales menos, en comparación con el presupuesto de 2020.
El gasto federalizado proyectado para 2021 equivale a 1 billón 867 mil 338.4 pesos; esto es 5.5% menos que el presupuesto aprobado para 2020 y representa 29.7% del gasto neto total y 7.5 % del PIB. Si bien todos los estados recibirían menos gasto federalizado, nos preocupa mucho que Querétaro tendrá un recorte de 600 millones 202 mil 320 respecto a lo asignado en el presupuesto de 2020 por concepto de participaciones y aportaciones federales, a pesar de tener finanzas sanas y ser una de las entidades federativas que atrae más inversión.
En 2020, Querétaro recibió un total de 28 mil 476 millones 565 mil 348; mientras que para 2021, el Proyecto de Presupuesto de Egresos contempla que se le asignen 27 mil 876 millones 363 mil 28 pesos. Está claro que, si no se modifica esta propuesta, muchos programas estratégicos para el desarrollo de nuestra entidad resultarán fuertemente afectados.
Nuevamente, el paquete económico presentado por el Gobierno Federal es poco realista y carece de credibilidad. Recordemos que en 2019 anticiparon un crecimiento económico de +2.5% y el país acabó “creciendo” -0.3%. Este año calcularon que íbamos a crecer +2.0% y nuestra economía tendrá su peor desplome histórico, esperado por los mercados en al menos -10%.
La tasa de crecimiento del PIB planteada por Hacienda para 2021 en los Criterios Generales de Política Económica es de 4.6%, lo que también es poco realista, dado el contexto que prevalece actualmente en el país, caracterizado por una crisis sanitaria que aún no concluye, la falta de liquidez y el cierre definitivo de empresas, la pérdida de empleos y el incremento de personas en situación de pobreza.
Hoy más que nunca, México necesita recuperar la senda del crecimiento económico; para ello es necesario cambiar el rumbo de las políticas públicas clave. Las entidades federativas y los municipios necesitan más recursos, para ofrecer a sus habitantes apoyos concretos para hacer frente a la enfermedad, el desempleo y la pobreza.