Por mucho tiempo Monseñor Fidencio López, fue cura párroco de la Parroquia del Misterio de Pentecostés en plena ciudad de Santiago de Querétaro, habiendo sido también párroco en la sierra de Guanajuato
Francisco Pájaro Anaya/Columnista
Twitter: @fcopajaro
El pasado sábado 12 de septiembre, los fieles católicos de la Diócesis de Querétaro despertaron con la noticia del nombramiento del décimo obispo de Querétaro, que, por disposición del Papa Francisco, había caído este nombramiento en la persona de Monseñor Fidencio López Plaza, quien se desempeñaba como Obispo titular de la Diócesis de San Andrés Tuxtla en el estado de Veracruz. Es así como en un hecho histórico para nuestra diócesis, se nombraba a un obispo que pertenece al clero de este lugar.
Monseñor Fidencio López Plaza nació el 28 de abril de 1950 en Capulín, comunidad de San José Iturbide Guanajuato; hizo sus estudios sacerdotales en el Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe de la Diócesis de Querétaro y su ordenación sacerdotal fue el 19 de febrero de 1982; fue nombrado por el Papa Francisco como obispo de San Andrés desde el 2 de marzo del 2015, precisamente el día en que el Seminario de nuestra diócesis cumplía 150 años de existencia.
Llama la atención entre el currículum del nuevo obispo queretano, que tiene estudios realizados en la Universidad Autónoma de Querétaro, en donde realizó un diplomado, además de haber realizado sus estudios de bachillerato, convirtiéndose con esto en el primer obispo queretano que ha salido de las aulas de nuestra máxima casa de estudios en el estado.
Por mucho tiempo Monseñor Fidencio López, fue cura párroco de la Parroquia del Misterio de Pentecostés en plena ciudad de Santiago de Querétaro, habiendo sido también párroco en la sierra de Guanajuato, misma que pertenece a esta diócesis, y a la vez fue vicario de pastoral, es decir, conoce perfectamente su nueva diócesis, sabe cuál es la realidad eclesiástica y social de los queretanos y es un obispo que es muy querido en los lugares donde él ha estado trabajando.
Después de casi un año de que Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez dejó el Obispado de Querétaro para ser trasladado al Arzobispado Metropolitano de Durango y luego de que Monseñor Mario de Gasperín fuera nombrado administrador diocesano, Monseñor Fidencio López, llega de nuevo a su diócesis materna, en donde se formó y que junto con Monseñor Manuel Rivera y Muñoz, Monseñor Francisco Banegas y Galván y Monseñor Marciano Tinajero y Estrada, que todos ellos fueron parte del clero de la diócesis, se convierte en el décimo obispo queretano.
Para los católicos y para todos los queretanos es un motivo de orgullo este nombramiento, y sobretodo que recaiga en alguien que ha estado en Querétaro, en alguien que conoce nuestra realidad y en alguien que se ha caracterizado por su sencillez, su humildad, su conocimiento y su forma de trabajo. En estos momentos difíciles para la humanidad y para los mexicanos, nos llena de esperanza la presencia de un nuevo pastor para la Diócesis de Querétaro. Bienvenido a casa Monseñor Fidencio López Plaza, décimo Obispo de la Diócesis de Querétaro.