En estos días hemos visto a muchas mujeres tomando la CNDH y poner de manifiesto los lujos con que operan los funcionarios que ahí trabajan, que resultan ofensivas para las miles y miles de víctimas que tiene nuestro país
Carlos Olguín/Columnista
Durante su segundo informe de gobierno (oficial), el número 200, por la nueva practica implementada de las mañaneras, que no es un ejercicio de transparencia, muy pocos datos se dieron en el informe y ninguno de ellos se puede corroborar.
Pues justamente eso es de lo que más ha escaseado en esta administración. Los estudios de viabilidad del nuevo aeropuerto, los estudios de impacto ecológico del Tren Maya, así como los de la nueva refinería de Dos Bocas, clasificadas para no transparentarla, los contratos reservados, entre muchas otras solicitudes de información han puesto al INAI en jaque y ha recibido a cambio recortes inauditos de presupuesto, pues claramente a MORENA no le gusta dar información.
En estos días hemos visto a muchas mujeres tomando la CNDH y poner de manifiesto los lujos con que operan los funcionarios que ahí trabajan, que resultan ofensivas para las miles y miles de víctimas que tiene nuestro país y sus familias por violaciones de derechos humanos que nunca se reparan. Tortura, desapariciones forzadas, abusos de autoridad, violaciones por parte militares y marinos a mujeres, que quedan impunes y sin castigo.
Peor aún que se niegan, como se ha declarado de forma sistemática que el 90% de las llamadas de auxilio de mujeres violentadas durante la pandemia eran falsas, o que todos los delitos van a la baja.
Los homicidios y la extorsión han incrementado en 8 y 13%, aún con la pandemia. Es decir, ni el encierro bajó la violencia en México. De acuerdo con Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, acusó que el presidente ha hecho caso omiso de la grave situación generalizada de derechos humanos en nuestro país, niega la realidad. Dice una cosa y en los hechos se vive otra.
Tan solo en lo que va de la administración hay más de 12 personas diarias víctimas de desaparición y, mientras que el presidente increpa a las mujeres por realizar una pinta de un cuadro, ellas han sentido el abandono y la perdida de seres queridos ante un estado que las ignora, que las revictimiza, la aísla, las señala y las acusa, haciendo patente el principal problema del país que no es el hecho de que se comentan crímenes, sino la IMPUNIDAD. Ese es el verdadero cáncer de nuestro país, que de acuerdo con el World Justice Project, es del 99%, es decir. se castiga 1 de cada 100 delitos.
La Constitución de nuestro país, nos dice que nadie debe hacerse justicia por propia mano, pero las imágenes del transporte público, cómo se priva de la vida a los usuarios, las imágenes que ya son cotidianas, y sobre todo la falta de autoridad para contener esos fenómenos, llevan al hartazgo a la gente.
En lugar de señalar, descalificar y acusar, deberíamos estar viendo cómo ayudar a tanta víctima de nuestro México, tantas familias que, además en su mayoría, son a quienes se juró proteger. Gente pobre que no tiene los medios para contratar abogados y hacerse escuchar, a quienes solo les queda la manifestación y los destrozos como muestra de sus frustraciones, enojos y dolor por un gobierno que no los protege, que no les interesa y que los ignora.