México Libre, el Cartel que quiere gobernar: Fernando Islas

Apreciable lector (a) es parte de un ejercicio de creatividad el imaginar su expresión facial al ver el título de la presente participación, esta puede ser originada por diversos factores, uno de ellos es la extrañeza generada al ver que en esta ocasión su servidor toca un tema que para gran parte de la población ya forma parte del olvido debido a la resolución que por el momento y remarco que sólo por el momento no le permite obtener su registro como partido político y así contender en las elecciones del próximo año 2021.

Desafortunadamente esta organización encabezada por Felipe Calderón y Margarita Zavala aún tiene algo de “vida”, ya que la decisión del INE respecto a su registro será impugnada ante el Tribunal Electoral y será su Sala Superior quien determine si México Libre se va al basurero de la historia o se convierte en un partido más que viva del erario público y que buscará espacios de representación popular, para desde ahí y bajo la figura de una “oposición valiente” desestabilizar al actual Gobierno de México encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Una de las frases populares de mayor impacto es aquella que sentencia que el pueblo que desconoce su historia está condenado a repetirla, por ello la iniciativa de abordar este tema y refrescar nuestra memoria histórica recordando que el sexenio del actual líder de México Libre, inició de manera ilegítima, con el antecedente de un fraude electoral obsceno en 2006, la privatización de Luz y Fuerza del Centro y la venta de Aeroméxico en 2007 por 294 millones de dólares.

Pero en el país de la voracidad neoliberal este tipo de sucesos no son extraordinarios, lo que cimbra a la nación durante el Calderonato y que hasta la fecha sigue cobrando una factura costosa a las y los mexicanos, fue la fallida estrategia de seguridad implementada, bajo una falsa Guerra contra el Narco se fundaron diferentes agrupaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación o Los Caballeros Templarios, provocando un baño de sangre que hasta el día de hoy no hemos podido salir como país.

Así como lo leen, el problema del partido de los Zavala – Calderón va más allá de sus afiliaciones hechas en iglesias, las fuertes cantidades de dinero manejadas como aportaciones que carecían de claridad de origen, el uso de recursos públicos y la madriguera de políticos poco honorables en la que se ha convertido esta agrupación política, el verdadero problema es que aquellos que dejaron un país con más de 83 mil muertes relacionadas con el crimen organizado, que extinguieron la empresa paraestatal Luz y Fuerza y que precarizaron la vida de las y los trabajadores a través de una reforma laboral con tintes cercanos a una esclavitud moderna, son los mismos que hoy buscan nuevamente espacios de representación popular bajo la bandera de abonar a la vida democrática de México.

El próximo mes será trascendental en la vida pública de nuestro país, estamos en la antesala de ver cómo el Tribunal le echa la última palada de tierra a las aspiraciones de FECAL y su esposa o en su defecto se añade un nuevo e indignante fallo que coloque a un nuevo partido político encabezado por un genocida, en las boletas electorales del siguiente año.