Podemos observar muchos letreros de “se renta” por muchas ciudades. Algunos espacios se alquilarán a menores montos pero otros esperarán a una recuperación
Seth Pérez Melesio
La incertidumbre ha transformado muchas variables que implicará que la mayoría de negocios rediseñen sus proyecciones financieras. Los impactos locales serán significativos y los efectos de mediano plazo difícilmente los podemos prever por ahora. Imaginemos cualquier industria como la de alimentos que impacta a la inmobiliaria, donde el precio de renta de un espacio comercial no puede calcularse en el corto plazo ni con las reglas excepcionales de los semáforos, ni por los cupos de manuales o normas locales de uso de suelo. ¿Cómo evitar efectos devastadores en nuestros negocios?
Podemos observar muchos letreros de “se renta” en cualquier salida en auto por muchas ciudades. Algunos espacios se alquilarán a menores montos pero otros dueños esperarán a una recuperación. El resultado final dependerá de la urgencia del dinero y de muchas otras circunstancias específicas. El mercado inmobiliario se verá afectado hasta diciembre ya que muchos eventos se cancelarán cancelando servicios como: banquetes, venta de regalos de fin de año y otros complementarios. En general la mayoría de las actividades económicas tendrán menores ingresos en el mejor de los casos.
La apertura limitando la capacidad en hoteles y la falta de espectáculos masivos implica menor gasto en muchos otros rubros y esto impactará otras actividades que parecían menos relacionadas. El resultado será un efecto dominó que desconocemos las implicaciones finales. La preocupación es el aumento en la duración en las medidas de distanciamiento que no se han adaptado para cumplir los objetivos: a) menor riesgo de contagio en conjunto con b) los menores efectos en las actividades económicas. Una vía posible y efectiva sería el instaurar estas prácticas desde lo local para garantizar resultados concretos.
Las soluciones en los casos particulares será adoptar contratos variables y apostar por la confianza de su cumplimiento evitando resolver cualquier falla en tribunales. Es conocido que el trabajo en materia administrativa es mucho y el cierre por meses implicó un desfase de tiempo. Ni comercios ni autoridades se han librado de efectos negativos. La confianza y acuerdos coherentes que impliquen confianza o costos específicos en caso de incumplimiento, podría ser el camino para rediseñar parámetros financieros ante la incertidumbre. ¿Usted qué opina?
MT