Una de las características que más disfruto del urbanismo, es la posibilidad de conocer y sumar opiniones desde cualquier disciplina.
Según la comunicóloga Paola Escárcega, una de las principales causas del choque cultural entre peatones/ciclistas y automovilistas radica en la forma en la que el entorno urbano hace visible la presencia de quienes no usan los automóviles. Y aquí viene una revelación para mí: el entorno urbano comunica pero el mensaje está incompleto.
Entonces analizando desde los elementos básicos de la comunicación (emisor, mensaje y receptor) es posible entender que los automovilistas son quienes reciben la mayor parte del mensaje y éste no incluye a los peatones y ciclistas.
Al conducir un automóvil se puede notar el mensaje “cochista” del espacio público: líneas en el pavimento, semáforos, vueltas prohibidas/permitidas, estacionamientos, cruceros, nombres de vialidades, etc. Sin embargo, ese mensaje no incluye a los peatones, no destaca esa prioridad que por naturaleza deberían tener. El aislamiento que genera el automóvil no permite percibir que hay personas a pie alrededor, y mucho menos, permite entender que éstas tienen preferencia por sobre cualquier forma de movilidad.
Para mí, desde el origen hubo una falla al integrar los semáforos al espacio público, ya que fueron creados para detener a unos automóviles y permitir el paso de otros automóviles, jamás se pensó que pudieran detenerse a todos los autos y ceder unos segundos a todos los peatones, sino que se aprovecha el “alto” para dejarnos pasar a pie, dejándonos a veces atrapados en camellones o bahías.
La señalética ciclista es mínima, por lo que a pesar de la presencia de ciclovías, los automovilistas no permiten interrumpir su camino para dar espacio a los ciclistas, con lo que nuevamente el mensaje para automovilistas está incompleto al no hacer notar a los ciclistas más allá de la pintura en pavimentos. Tan sólo en 2019, la organización ciclista queretana “Saca la bici” reportó 100 atropellamientos de ciclistas, esto debe revertirse con urgencia mejorando el mensaje que se transmite para todos desde el espacio público.
Y a usted, amable lector(a) ¿qué le comunica el espacio público?