Toda empresa debe contar con políticas incluyentes y que persistan en la integración del capital humano a su disposición
Sergio Arellano
Una de las bondades de la constitución mexicana es la libertad de asociación con fines lícitos, esto genera que la iniciativa privada se desarrolle para impulsar la economía del país. Sin embargo, el desenvolverse implica seguir una serie de lineamientos que se han vuelto fundamentales. Al día de hoy, un empresario tiene una responsabilidad social, un compromiso ambiental y sostenible, y por supuesto, cuenta con la encomienda de promover los derechos humanos y la no discriminación al interior de su negocio.
¿Qué significa esto? Que toda empresa debe contar con políticas incluyentes y que persistan en la integración del capital humano a su disposición. Así como con la clientela. Los tratos no deben ser despectivos, al contrario, debemos personalizar la atención si se trata de grupos en situación de vulnerabilidad. Para todo aquel empleador que quiera prever una controversia jurisdiccional, es fundamental la actualización de los contenidos de la Ley Federal del Trabajo, las Normas Oficiales Mexicanas, Códigos Penales, así como los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en atención a los parámetros de diligencia empresarial.
En la actualidad, es muy importante tener en consideración que los derechos humanos no se restringen únicamente a las personas físicas, las morales, tienen un grado coincidencia. Por ejemplo, el debido proceso, el nombre, la adhesión a un territorio, entre otras cuestiones. Celebro que muchas sociedades mercantiles han optado por buscar las certificaciones de inclusión y no discriminación. En suma con lo anterior, estoy seguro de que las cámaras empresariales más fuertes del país y los grandes centros corporativos, están conscientes de la preponderancia de garantizar espacios de libre desarrollo, ya que con esto, están incentivando la productividad.
Espacios laborales como Google, han diseñado esquemas de convivencia que además de tener un fin colaborativo, elevan los márgenes de ganancias. Tenemos infinidad de legislación que asume la igualdad entre individuos, la practicidad nos indica que la sociedad comulga con los estereotipos, estigmas y prejuicios. Apostarle a una cultura incluyente, más allá del respeto, es un ganar-ganar. Empresas incluyentes, ¡ya!