El color es una de las cualidades estéticas de la arquitectura, y contribuye, junto con la iluminación y las sensaciones, a crear la atmósfera
Raúl D. Lorea
Resulta sorprendente cómo el color o su ausencia influye en nosotros, desde la publicidad, productos y también en los espacios arquitectónicos.
El color es una de las cualidades estéticas de la arquitectura, y contribuye, junto con la iluminación, las texturas, las formas y las sensaciones, a crear la atmósfera que tiene cada espacio, esto se estudia desde la psicología del color.
Estas cualidades son muy bien conocidas por los(as) arquitectos(as) que constantemente buscan crear espacios únicos pensando en las sensaciones que éstos provocarán en las personas que visiten los edificios.
En México, la arquitectura moderna desarrollada por arquitectos como Luis Barragán y Mathias Goeritz tomó un giro de identidad al impregnar sus diseños con colores vivos, destacando el magenta (rosa mexicano), como se puede apreciar en la casa de Luis Barragán o años después en los proyectos del arquitecto Ricardo Legorreta, que entre muchas obras, dio identidad a los hoteles Camino Real.
Llama mi atención la anécdota de cómo el artista mexicano Chucho Reyes influyó en los arquitectos de su época para la elección de los colores que hoy percibimos tan nuestros, tan mexicanos, particularmente el magenta. Chucho Reyes fue considerado por Mathias Goeritz como un “Consejero Estético de Arquitectos” y, aunque no está confirmado, se cree que él influyó para que el magenta fuera uno de los protagonistas de los diseños de Luis Barragán.
El magenta estuvo presente también en las creaciones del diseñador de moda Ramón Valdiosera, que en 1951 presentó una colección en Nueva York, donde predominaba el color “rosa bugambilia”. Al terminar la pasarela, fue cuestionado por la elección de ese color. Para él era un tono intrínseco de la cultura mexicana (juguetes, dulces, artesanías, telas, trajes tradicionales y la arquitectura popular). Un periodista le preguntó para afirmar lo dicho: “así que es un rosa mexicano”, bautizándolo así como hoy le decimos al magenta.
La identidad nacional es difícil de definir, pero en todas las expresiones artísticas hay una búsqueda de la misma. ¿Cree usted, amable lector(a) que la arquitectura actual plasma nuestra identidad? ¿Tenemos colores que reflejan nuestro tiempo?
MT