La URSS invadió Afganistán, para aplastar el intento de la CIA norteamericana de crearle un conflicto a su adversario soviético al sur de sus fronteras
Alejandro Gutiérrrez
En Afganistán se ha hecho público lo increíble: el gobierno ruso está ayudando, entrenando y armando a los talibanes en su lucha por alcanzar el retiro norteamericano de ese país.
En un balance de más de 40 años de guerra en ese país, se hace claro la perversidad de las 2 grandes potencias de entonces: la ex URSS y los Estados Unidos por su involucramiento en esa guerra.
En diciembre de 1979, la URSS invadió Afganistán, entre otras razones, para aplastar el intento de la CIA norteamericana de crearle un conflicto a su adversario soviético al sur de sus fronteras. La CIA financió radicales islámicos afganos, los mujaidines en la denominada Operación Ciclón, en la que invirtieron más de 40 mil millones de dólares.
Acuerdo con talibanes permitirá a Estados Unidos enfocarse en China
Cuando ocurrió la invasión soviética, los norteamericanos financiaron, armaron y entrenaron a los mujaidines que luchaban contra los invasores soviéticos. Entre los ahijados patrocinados por Estados Unidos se encontraba un tal Osama Bin Laden, un saudita que preparaba su movimiento radical.
Diez años después, los soviéticos tuvieron que retirarse ante las terribles pérdidas sufridas. Ciertamente Afganistán representó el Vietnam de los soviéticos.
Con el retiro, una facción ultra radical islámica, los talibanes, se hicieron del poder en el país y apoyaron los movimientos terroristas de la red de Al Qaeda. Cuando ocurren los ataques a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, los norteamericanos atacaron e invadieron Afganistán en octubre de ese año, logrando el derrocamiento de los talibanes, y luego invadieron Irak en marzo de 2003.
La invasión norteamericana se ha prolongado ante la resistencia afgana y la incapacidad de sus militares en dejar establecido un gobierno que pueda durar. Ahora, los talibanes están siendo ayudados por Rusia, y también por Irán, para lograr que el retiro norteamericano anunciado por Obama se haga realidad.
Afganistán es el líder mundial en producción de opio y sus derivados, con cuyo tráfico se han financiado los talibanes. Ni los soviéticos en su tiempo, ni los norteamericanos, ni ahora los rusos han hecho nada por pacificar el país y ayudarle a lograr un gobierno estable. Tras 40 años de guerra ininterrumpida, representa el clásico ejemplo de estado fallido, gracias a padrinos criminales que en su afán de combatirse mutuamente, sólo han producido y perpetuado este caos.