A poco de hacerse la anexión israelí de los asentamientos en Cisjordania y del Valle del Jordán, se abrirá un nuevo período en el conflicto de Medio Oriente
Alejandro Gutiérrez Balboa
A unas horas de efectuarse la anexión israelí de los asentamientos en Cisjordania y del Valle del Jordán, nada detendrá el proceso y se abrirá un nuevo período en el larguísimo conflicto de Medio Oriente.
A raíz de la Guerra de los 6 Días (5 al 10 de junio de 1967) en que Israel despedazó a sus vecinos y enemigos, ocupó cinco territorios: el que se conocería como Rivera o Margen occidental (Cisjordania), la Franja de Gaza, todo el Sinaí, Jerusalén Este y los Altos del Golán.
Con el tiempo, abandonaría Gaza para que ahí se asentara una parte de Palestina y luego la totalidad del Sinaí, que devolvió a Egipto. Durante todo este tiempo, Israel construyó motu proprio una serie de asentamientos en Cisjordania, que fueron considerados ilegales por la ONU y todos los países árabes.
Esta parte, Cisjordania, ha sido fuente de innumerables disputas, toda vez que la ONU determinó que constituyera el país árabe Palestina, junto con Gaza y Jerusalén Este, donde habitarían los musulmanes nativos y los que fueron desplazados de Israel, pero los judíos siempre bloquearon el proyecto. Con todo, existe reconocimiento internacional a Palestina y existen autoridades gubernamentales de este país.
No solamente encontraron restricciones hasta de movilidad los palestinos en su propio país, bajo la ocupación y administración militar israelí que ha construido hasta muros y barreras tan caras a Trump, sino que fueron despojados de muchos de sus asentamientos, sin indemnización alguna, para ser demolidos y de nuevo edificados para nuevos colonos judíos. Existen alrededor de 270 asentamientos israelíes, donde viven casi medio millón de colonos.
Con la anexión, surge un nuevo problema y se perpetúa el conflicto. La ONU, todos los países árabes y muchos europeos han condenado la anexión pero, como ocurrió con los llamados a abandonar los asentamientos irregulares, nadie les hizo caso.
Sólo un país ha aprobado la anexión. Durante la reunión del pasado 28 de enero entre los presidentes Trump y Netanyahu, el primero dio luz verde al proyecto, agregando dos zonas colindantes con el Sinaí. El arquitecto de ello ha sido el yerno de Trump, que es judío.
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Para los israelíes, como son primeros en el tiempo, son primeros en derecho, pero para los palestinos, perder entre la tercera parte y la mitad de Cisjordania no les recompensa nada. Conflicto asegurado.
GCS
