El compromiso social va más allá; no trata únicamente de acciones gubernamentales y activismo
Sergio Arellano
Platicando con el gremio empresarial de la Ciudad de México, el gran semillero de los grandes corporativos, surgieron unas anotaciones muy interesantes; cuestiones que no solo involucran a la iniciativa privada sino a la administración pública. Tradicionalmente, el empresariado, considera que, con el cumplimiento de pago de impuestos, cursos de temas selectos, declaraciones anuales, auditorías, y seguir al pie de la letra la Ley Federal del Trabajo, están del otro lado. La realidad es muy distinta; el compromiso social va más allá; no trata únicamente de acciones gubernamentales y activismo. Hay que dejar de interiorizar la capacitación y solo enfocarse en el personal adscrito.
Es correcto decir que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido parámetros para liberar el estrés laboral y han tenido lugar diversos pronunciamientos en relación al acoso, discriminación, falta de igualdad de oportunidades salariales, así como en la equidad en los puestos de decisión. En tiempos de solidaridad, las y los empresarios deben sumar esfuerzos en pro de la ciudadanía y exteriorizar sus áreas con un firme compromiso social. Con el trabajo previo con su capital humano (en caso de que exista actualización constante en este tema), es momento de demostrar lo aprendido. No basta con las donaciones ocasionales a fundaciones para la deducción de impuestos; hace falta, que las y los legisladores federales en coordinación la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, promuevan que la iniciativa privada, realice acciones con causa. Entre los innumerables ejemplos podemos encontrar los eventos de caridad, financiamiento de proyectos que busquen un bien mayor, promoción de iniciativas humanitarias, colectas, apoyo directo a infraestructura pública, entre otros. Realizando mesas de trabajo y armonizando el Código Fiscal de la Federación, se lograrían cambios muy positivos en la manera de responder ante las contingencias que nos aquejan; la COVID-19 es un ejemplo del mensaje principal de este artículo.
La respuesta, debería representar la unilateralidad de los esfuerzos de quienes día con día se esfuerzan por un México mejor. Esta propuesta radica en que, más allá de un beneficio fiscal, busquemos la promoción de acciones en beneficio de los derechos humanos.