La muerte de un afroamericano en Minneapolis por abuso policíaco desató una serie de protestas, que rápidamente se difundieron a nivel nacional
Alejandro Gutiérrez
El gobierno de Donald Trump se muestra vacilante y sin rumbo frente a los tres problemas domésticos que no ha sabido manejar: las protestas por la muerte de un hombre de color, la incontenible ola de muertes por la pandemia y la crisis económica causada por la cuarentena.
La muerte de un afroamericano en Minneapolis por un evidente abuso policiaco desató una serie de protestas, motines y saqueos que rápidamente se difundieron a nivel nacional. Ha habido protestas en varias ciudades del mundo, que denotan un enojo contra Trump y lo que él significa.
Un pésimo manejo de la pandemia, sin liderazgo y dejando a los gobernadores pelear por conseguir respiradores, dejándoles la responsabilidad de la reapertura.
Más de 41 millones de personas sin trabajo y con la moratoria para desalojar a muchos de sus viviendas que termina en pocas semanas, ha significado el caldo de cultivo ideal para esparcir las manifestaciones contra el presidente, ayudadas y vistas con simpatía por varios de los enemigos que ha hecho en el trayecto. De repente, su liderazgo pareció esfumarse.
Dos son las agrupaciones que han organizado y esparcido los motines en las principales ciudades norteamericanas: Las Vidas de los Negros Importan y Antifa, que es el frente de Acción Antifascista.
Antifa es un grupo anarquista resurgido para oponerse a lo que se ha denominado Nueva Derecha, uno de cuyos principales actores es Trump. Sus miembros son anónimos, se visten de negro y esconden sus rostros para evitar ser identificados. No tienen una estructura formal y privilegian las acciones directas, muchas violentas, que justifican alegando “legítima defensa”.
Tienen una red informática con amplia presencia, monitorean y denuncian personajes que identifican como de derecha, a las que atacan y descalifican en sus redes sociales. Son contrarios a todas las formas de racismo y sexismo, protegen la inmigración ilegal y el aborto.
Fundamentalmente son “antis”, se oponen a muchas cosas, pero no proponen alternativas. Con fuerte presencia en Oregon, California, Texas y Pennsylvania, tienen contactos internacionales con organizaciones similares que han replicado las protestas. Mucho es el parecido con la Primavera Árabe. Las últimas encuestas ubican a Trump debajo en un 10% de las preferencias electorales.