Ya no se escucha la voz de la campana mayor del Templo del Señor del Sacromonte ni la campana del Templo de Santo Domingo
Francisco Pájaro
Con esta emergencia sanitaria, alguno de los beneficios, si es que podemos llamarlo así, es que hemos podido escuchar un poco más de los sonidos que tienen nuestras ciudades, ya que el número de personas circulando han bajado considerablemente y ahora podemos escuchar mucho de lo que antes pasaba desapercibido.
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No en todos los aspectos pasa eso, ya que nuestra ciudad virreinal conservaba y ha conservado los toques de las campanas de las iglesias que se encuentran en el centro histórico de la ciudad, así por ejemplo ya no se escuchan las campanas del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, no se escucha la voz de la campana mayor del Templo del Señor del Sacromonte ni la campana del Templo de Santo Domingo que a diario se escuchaban llamando a las diversas celebraciones.
Del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, se escuchaba hasta antes de la pandemia, el sonar a las seis de la mañana para el rezo del laudes y la primera misa, a las ocho de la mañana, a las doce del día para el rezo del ángelus y en la tarde para los diversos toques de rezos que existen en la liturgia católica. Y no se digan los domingos en donde gran parte del día se escuchaba el sonar de las campanas. Ahora permanecen en silencio, esperando a que termine este tiempo de emergencia. Sería algo muy halagador que cuando se inicien de nuevo las actividades en nuestros templos se repicaran todas las campanas como símbolo de alegría y de esperanza en un tiempo mejor.
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Ahora lo que si escuchamos son los relojes públicos de Santo Domingo y del Sacromote que con sus campanadas y sonidos señalan el tiempo de los sanjuanenses, también escuchamos la claridad de la noche y sobretodo todo lo que nos rodea que a veces pasa completamente desapercibido.
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Quedémonos en casa y aprovechemos este tiempo para escuchar lo que pasa en nuestro alrededor y que muchas veces no escuchamos porque nos encontramos inmersos en las situaciones de una ciudad en movimiento y con diversos contrastes.
Y como cada semana les recuerdo en este tiempo, vamos a cuidarnos y a cuidar a los que están a nuestro alrededor, es por nosotros y por todos los demás, ya falta poco tiempo para estar en una situación casi normal.