La identidad humanista observa a un grupo de personas como seres vivos únicos e irrepetibles ya que representan a un espíritu permanente
Mish Miranda
La identidad humanista contempla una civilización en donde nadie sobra y se considera en los hechos a todas las personas como seres irrepetibles.
Se trata de los planteamientos que representan un permanente espíritu de conciliación y de concordia, así cómo lo manifesta Enrique San Miguel Peréz, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid.
El concepto más expresivo de la singularidad de esta propuesta política y sobre todo, del concepto más asociado a su vigencia, sigue siendo el de ‘centralidad’.
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La centralidad, desde la ideología, nace para ofrecer a la ciudadanía una aproximación a la presencia en la participación pública, a una mirada de las circunstancias, y a un verdadero compromiso con el bien común, fomentando el respeto a las libertades individuales, encaminándonos al concepto de: persona humana, de la dignidad de la misma y el reconocimiento de su desarrollo, potencial, independencia y criterio, ( San Miguel Peréz ).
Las realidades del mundo moderno, nos tienen que permitir hacer alusión a estos valores que el humanismo cómo práctica tiene.
El consumismo exacerbado, la idolatría a tecnología, exhibición de la vida privada y el sometimiento a un estilo de vida basado en el individualismo y el egoísmo, no son elementos que nos permitan estar en desarrollo del servicio y fomento al bien común.
El humanismo como ideología y práctica, brinda soporte a los derechos humanos de las y los otros.
Para el humanismo, ‘identidad’ significa poner como protagonista a la persona para que esta sea la destinataria de todas las acciones de los poderes públicos, de las leyes y de toda decisión pública en general.
Aquél que esté al frente, como el Gobierno Federal actual, tiene que brindar atención a las necesidades de la persona, se antoja algo sencillo pero el sistema burocrático en el que se ha sumergido a México, ha ido olvidándolo y no ha dado señales de querer mejorarlo, al contrario.
Ser humanista desde el Partido Acción Nacional, requiere de una mirada de futuro, necesita de generosidad en su actuar, de olvidar radicalidades, de asegurar el diálogo permanente y de un accionar capaz de aterrizar los principios en la palabra y las acciones allegadas a nuestra realidad como país.
Y así generar el ideal histórico que todos buscamos, incluyente, seguro, de estabilidad económica, con amplias posibilidades de atención en salud, consciente en el cuidado del ambiente, sin violencia, democrático y próspero.
GCS