El gobierno chino ocultó los primeros reportes del brote epidémico, silenciando o desapareciendo médicos que hablaron del tema en sus inicios
Alejandro Gutiérrez Balboa
Parte de la narrativa populista es acusar a lo que denominan neoliberalismo de ser el causante de la propagación del coronavirus, sin entrar en mayores explicaciones de cómo, quiénes y cuándo. Para su desgracia, cada día se descubren nuevas evidencias de la responsabilidad de China en el asunto.
El diario australiano Daily Telegraph publicó el pasado fin de semana un informe, entregado a varios gobiernos occidentales, en el que se señala que el gobierno chino ocultó los primeros reportes del brote epidémico, silenciando o desapareciendo médicos que hablaron del tema en sus inicios; negó que el virus pudiera ser transmitido de persona a persona, destruyó evidencia del problema en sus laboratorios y negó la entrega de muestras a científicos occidentales que trabajaban en una vacuna.
También se reveló que el gobierno de Australia financió y proporcionó capacitación a un equipo de científicos chinos pertenecientes al laboratorio que efectuaba en Wuhan estudios sobre la modificación genética de virus que podían ser transmitidos de murciélagos a humanos. Los científicos australianos investigaban gérmenes causantes de enfermedad provenientes de murciélagos y planeaban con los chinos continuar en este rumbo, pero los chinos tenían el suyo propio.
Aún no hay evidencia de si el virus se filtró del Instituto de Virología de Wuhan, donde inició todo o, como han proclamado reiteradamente las autoridades chinas, provino de los puestos de animales vivos que existen en un mercado próximo al laboratorio.
Los investigadores del laboratorio chino habían recogido muestras de murciélagos en cavernas y encontraron que contenían virus 96.2% idénticos al Covid-19. Después sintetizaron el virus para determinar si era transmisible a otras especies, concluyendo que sí lo era y que no había cura para la enfermedad que causaba. Se reveló que no sólo los chinos trabajaban en el tema, también los australianos y al menos una universidad norteamericana colaboró.
Entonces, este tipo de riesgosas investigaciones deben hacerse para estudiar vacunas y otros métodos curativos, pero bajo normas de seguridad mucho más rígidas. El neoliberalismo no tiene nada que ver en esto, sino la irresponsabilidad de autoridades que quisieron tapar todo cuando podía haberse detenido y controlado la dispersión, evitando que se volviera pandemia.