Con el tiempo el rechazo e inaccesibilidad a tener un automóvil propio fue cambiando, facilitando la compra para todos e incrementando sus ventas en forma exponencial
Raúl D. Lorea
La resistencia social a cambiar el esquema de movilidad, sin priorizar al automóvil, lo considero como un gran éxito del ‘marketing’ de las grandes empresas automotrices.
Con el paso de los años nos vendieron la idea de que tener un automóvil es un indicador de éxito, de progreso y cierto poder. Con el tiempo el rechazo e inaccesibilidad a tener un automóvil propio fue cambiando, facilitando la compra para todos e incrementando sus ventas en forma exponencial.
Por otro lado, las ciudades crecieron beneficiando al auto particular: se permitió mayor velocidad en las vías rápidas, se planearon calles con más carriles, se redujeron las banquetas, se crearon vías rápidas que se volvieron barreras urbanas, se obligó al peatón a caminar hasta un 200 por ciento más para poder cruzar a través de un puente (anti)peatonal con rampas… y así podría seguir enlistando cambios urbanos solo para que los autos no tengan que detenerse ni disminuir su velocidad.
Hoy la movilidad requiere transformaciones urgentes que devuelvan privilegios a los peatones y, aunque es una idea humanista, muchos conductores no están de acuerdo con los cambios que les hagan reducir velocidades.
No se trata de tomar una postura radical y decir que todos los automóviles son malos, se trata de darles un uso más racional pensando en los derechos de los(as) demás y en el medio ambiente.
Para ello, será necesario llevar a cabo una ‘pacificación del tránsito’, que no es otra cosa que crear las condiciones en el espacio público para que las personas puedan caminar en forma segura por aquellas arterias viales que han dividido sus trayectos peatonales.
Ello requiere perspectiva de género, accesibilidad universal, diseño paisajístico, seguridad, y muchos criterios que permitirán tener un espacio público justo y seguro para todas las personas.
Un ejemplo en Querétaro es la avenida del Parque o Carretera Estatal 400 Querétaro–Huimilpan, que tras una exitosa intervención en el año 2004, al día de hoy cuenta con pasos peatonales a nivel y un parque lineal que disfrutan los residentes de las colonias aledañas.
La base de esos cambios está en nosotros, la sociedad, ¿usted estaría dispuesto(a) a conducir su automóvil a menor velocidad?