Con todo lo que está ocurriendo últimamente alrededor de todo el mundo, me pregunto qué está pasando con los padres
Laura Casados
Con todo lo que está ocurriendo últimamente alrededor de todo el mundo, me pregunto qué está pasando con los padres, con las autoridades y con las personas que representan en cada uno de los países.
¿Será que el miedo está ganando o simplemente decidimos no prestar atención a las cosas que están a nuestro alrededor, porque creemos que estamos protegidos y nunca nos va a pasar nada? La verdad es que a todos nos va a tocar de una o de otra manera, así como lo es el tema de la discapacidad.
A veces se piensa que la discapacidad es solo para algunos cuantos, pero que si ya pasaste a la vida adulta, no te tocará. Déjenme decirles que se encuentran en un error muy grande, ya que gran parte de la discapacidad es por cuestiones en las que se adquiere, ya sea por algún accidente en donde se pierda algún miembro del cuerpo, por el consumo de medicamentos en mal estado (los cuales anteriormente produjeron muchos casos de ceguera y sordera) o simplemente que llegues a la tercera edad y comiences a darte cuenta que tu movilidad se va reduciendo.
Así que, como en varias ocasiones se los he compartido, absolutamente nadie está exento de la discapacidad. Todos estamos a un paso de adquirir una o una segunda discapacidad.
Algo que pudiera estar en nuestra contra es que, para ser persona de Talla Baja, solo se tiene el privilegio cuando se nace con ella, razón por la cual muchas veces la gente no se sensibiliza al tema, porque saben que nunca estarán en nuestra posición, pero de igual forma algún familiar puede que nazca con ella, así que la pregunta es la siguiente: ¿Qué estamos haciendo cada uno de nosotros para que, cuando lleguemos a esa aventura, agradezcamos todo el camino que tuvimos que recorrer para llegar hasta allí, en lugar de quedarte con todo aquello de lo que careces?
Ni la vida ni nosotros somos perfectos ante los ojos de los demás. Siempre tendremos algo que nos falte o que nos sobre, por lo cual es poco recomendable basar la opinión en otros.
La única opinión realmente importante es la tuya. Como dice Charles Chaplin, “preocúpate por tu conciencia más que por tu reputación. Tu conciencia es lo que eres. Tu reputación es lo que otros piensan de ti y ese no es tu problema”.