Las empresas y universidades de Estados Unidos innovan como ningún otro lugar en la tierra
Eric Schmidt
No podemos ganar guerras tecnológicas sin la ayuda del Gobierno federal. Las empresas y universidades de Estados Unidos innovan como ningún otro lugar en la tierra. Somos empresas emergentes de cochera, emprendedores que toman riesgos y académicos intrépidos que exploran nuevos avances en la ciencia y la tecnología.
Sin embargo, esa es tan solo una parte de la historia. Muchos de los líderes de Silicon Valley pudieron empezar gracias a subsidios del Gobierno federal… entre ellos yo.
En las décadas de 1970 y 1980, la Fundación Nacional de Ciencias y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa financiaron parte de mi trabajo de posgrado en ciencias de la computación.
Sin embargo, en años recientes, los estadounidenses –incluidos los líderes de Silicon Valley– han puesto demasiada fe en que el sector privado garantice el liderazgo global de Estados Unidos en las nuevas tecnologías.
Ahora, estamos en una competencia tecnológica con China que tiene ramificaciones profundas para nuestra economía y defensa: una realidad que he llegado a apreciar como presidente de dos paneles gubernamentales sobre innovación y seguridad nacional. El Gobierno necesita volver a involucrarse seriamente.
Las tendencias importantes no están a nuestro favor. Por ejemplo, la ventaja de Estados Unidos en la rama de la inteligencia artificial es precaria.
La inteligencia artificial abrirá nuevas fronteras en todo, desde la biotecnología hasta la banca, y también es una prioridad para el Departamento de Defensa. Estar a la vanguardia mundial en cuanto a la inteligencia artificial es esencial para fomentar el crecimiento de nuestra economía y proteger nuestra seguridad.
Un estudio reciente que tomó en cuenta más de 100 métricas reveló que, en la actualidad, Estados Unidos le lleva mucha ventaja a China, pero se rezagará en un periodo de cinco a 10 años. China además tiene casi el doble de supercomputadoras y cerca de 15 veces más estaciones base desplegadas para la red 5G que Estados Unidos.
Si continúan las tendencias actuales, se espera que en 10 años la inversión total de China en investigación y desarrollo supere la de Estados Unidos.