Así se define Elizabeth Loftus, la multipremiada y reconocida psicóloga americana que ha estudiado el fenómeno de ‘sembrar’
José Luis Oliva
“Yo me dedico a estudiar la memoria desde hace 30 años, pero no lo que olvidamos o por qué lo olvidamos, sino lo que recordamos, en espacial lo que recordamos pero no ocurrió”.
Así se define Elizabeth Loftus, la multipremiada y reconocida psicóloga americana que ha estudiado el fenómeno de ‘sembrar’ memorias falsas y cuya fama se debe a lamentables casos de gente inculpada de manera equivocada por testigos con sesgos de memoria.
Ciertamente la memoria no es de fiar, es más: de ella hay que desconfiar. La memoria en tu mente está hecha para reconstruir el pasado de acuerdo con lo que en ese momento le conviene a tu mente, para nada de acuerdo con lo que en realidad te ocurrió.
La memoria es siempre subjetiva y variable. Hoy puedes tener un recuerdo y mañana otro ¡del mismo suceso! Para la productividad basada en la consciencia, tema que nos congrega cada sábado en este amable espacio, la memoria de un proyecto debe de registrarse rigurosamente, con método, si no es probable que caigamos en algún sesgo de memoria, en sí mismos muy nocivos y, lamentablemente, muy utilizados a propósito por personas manipuladoras que nunca faltan en cualquier trabajo.
Ambos casos afectan nuestra productividad. Siguen tres de los más de 50 casos de sesgos de memoria registrados.
1. Sesgo egocéntrico. Tendencia a exagerar los logros propios y minimizar o desaparecer los fracasos y errores que se cometieron en el pasado. Entre más tiempo ha pasado de los sucesos ambas tendencias contrarias crecen. Esto es muy perjudicial para el aprendizaje, porque, como se sabe, de los fracasos es de donde más se aprende.
2. Impacto verbal en la pregunta. Se expresa verbalmente un recuerdo, dependiendo de cómo es formulada la pregunta. Este ‘truco’ es muy usado por abogados o personas que tratan de demostrar algo basado en el recuerdo de alguien haciéndole preguntas.
3. Delegar la memoria. Si se toma una foto para recordar algo, o se escribe una minuta para registrarlo, hay que usar la foto o la minuta para recuperar ese recuerdo, de otra manera el recuerdo se distorsiona mucho más de lo normal porque se delegó en otro artefacto la función de memorizar. Siguiente entrega: Pensamiento rápido, pensamiento lento.
Comenta