El problema es que la procrastinación es un enemigo de la productividad y a mediano plazo puede afectar su buen nombre
Miguel Rodríguez
Hay un refrán muy popular que dice “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Es la frase que mejor encaja para advertir a una persona sobre la procrastinación, uno de los mayores problemas que afronta hoy el ser humano.
Según Piers Steel, de la Haskayne School of Business de la Universidad de Calgary, 95 por ciento de las personas procrastinan. Por eso les haré una pregunta y espero que, antes de seguir leyendo, usted se la responda con completa franqueza. ¿Por qué, si sabe que tiene que hacer algo, lo deja para después o no lo hace?
Si fue capaz de responderse quiere decir que usted siente algún grado de preocupación por las consecuencias que traerá a su vida el seguir postergando las cosas. El problema es que la procrastinación es un enemigo de la productividad y a mediano plazo puede afectar su buen nombre y sus resultados. Procrastinar o postergar no solamente es un trastorno de la personalidad o un problema en el manejo de las emociones, como lo han concluido los expertos, sino que se puede convertir en la principal causa de fracaso para millones de personas, entre quienes se encuentran emprendedores y potenciales líderes.
Un estudio del ‘Journal of Consumer Research’ (‘Revista de Investigación del Consumidor’), indica que “la gente tal vez elija realizar tareas urgentes con periodos breves de término en vez de actividades importantes con resultados más grandes, porque los quehaceres relevantes son más difíciles y la meta de realización está más lejos”. Mejor dicho, aunque somos conscientes de que una actividad más grande y menos urgente nos trae mejores resultados, instintivamente escogeremos realizar tareas más pequeñas y urgentes, que poco o nada nos benefician.
Por eso, si usted es de los que todo lo aplaza, le recomiendo que no se quede con lo que dice esta columna. Tome control de su situación y busque un profesional que le pueda ayudar. Por favor, no lo deje entre los pendientes, quizás un poco más de tiempo y su proyecto pueda lamentarlo.