Carlos Olguín
La rifa de la no rifa del avión, el pase de charola, la corrupción en el programa ‘Jóvenes construyendo el futuro’, empresas fantasmas, padrones inverificables, la increíble exoneración de Manuel Bartlett, el superdelegado Carlos Lomelí de Jalisco denunciado, e impune hasta el día de hoy y vendiendo medicamentos al Gobierno federal y estatales, las múltiples asignaciones directas a las empresas de Ricardo Salinas Pliego, el nuevo empresario consentido de la 4T, 76 por ciento de adjudicaciones directas favoreciendo y generando el ambiente más propicio para la corrupción, el escándalo destapado por la Secretaría de la Función Pública en la Conade de Ana Guevara con desvíos millonarios dentro de esta institución, el nieto del presidente nacido en EUA por parecerle deplorable el Insabi, Mario Delgado yendo a hacerse chequeo de rutina a uno de los hospitales más caros del país, los lujos y el cinismo exhibido por el hijo de AMLO, nos lleva a preguntarnos, ¿En qué clase país vivimos?
Nos prometieron una salud de primer mundo y nos traen medicamentos pirata bajo la excusa de que son autorizados por la OMS, siendo que dicha institución de manera explícita dice en su portal que la inclusión de dichos medicamentos en su lista no implica ninguna aprobación, ni respaldo o garantía de funcionamiento de los mismos.
Después de muchos años sin que aconteciera algo similar, la juez Frazer, en una corte migratoria en Arizona, luego de otorgar asilo político a Ulises Bernabé García, un juez cívico en Ayotzinapa, del terrible hecho de la desaparición de los 43 afirmando que el Ejército y la Policía federal participaron tanto en la masacre, como en las torturas, siembras de pruebas, y alteración de las existentes para encubrir en este caso, como seguramente en muchos otros ocurrió lo mismo.
La detención de quien se supone que nos protegía durante tres sexenios en EUA Genaro García Luna, por sus vínculos con el crimen organizado, la fuga de Romero Deschamps, la detención en España de Emilio Lozoya, que ya se ha caído en ocasiones anteriores, siempre bajo las leyes de países en el extranjero, aquí no pasa nada.