Charles M. Blow
La idea de Estados Unidos que la mayoría de nosotros se ha hecho está perdida: la de una democracia funcional que se responsabiliza y está atenta a las opiniones de sus ciudadanos, quienes tienen derecho a votar y cuyos votos tienen todos el mismo valor. De hecho, tal vez eso nunca haya existido. Además, en vez de inclinarse a mejorar, las tendencias sociales están empeorando.
Los fundadores de este país nunca tuvieron la intención de que todos pudieran votar, ni siquiera incluyeron el derecho al voto en la Constitución. Más bien, dejaron que las votaciones quedaran en manos de los estados, los cuales erigieron sus propias barreras a las elecciones. Como tal, el derecho al sufragio se ha expandido y contraído a lo largo del tiempo.
En términos generales, al principio, los hombres blancos con propiedades eran los únicos que podían votar. Ese dictamen se ha expandido a lo largo del tiempo hasta incluir a todos los hombres blancos, los hombres negros, las mujeres, etcétera. Sin embargo, sigue habiendo esfuerzos por restringir el acceso a las votaciones, en particular el de las poblaciones negras y morenas del país.
La elección de Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, parece haber desatado esta racha de nuevas restricciones. En palabras del Centro Brennan para la Justicia: “Después de las elecciones de 2010, los legisladores estatales a nivel nacional comenzaron a introducir cientos de medidas severas para dificultar el voto”. El centro documentó:
“En total, 25 estados han puesto en práctica nuevas restricciones desde entonces: 15 estados han implementado leyes más restrictivas para las identificaciones de los votantes (entre ellos, seis estados ahora tienen requisitos estrictos de identificaciones con fotografía), 12 tienen leyes que entorpecen más el registro de los ciudadanos (y su permanencia en el registro), 10 dificultan más la emisión del voto temprano o el voto por ausencia y tres tomaron medidas para complicar la recuperación de los derechos al voto de las personas con antecedentes penales”.