El año nuevo ya llegó y, en el mundo en línea, los pronósticos prevén que se avecinan varias estaciones de puro infierno
Farhad Manjoo
Los gigantes tecnológicos y los medios apenas tienen una ligera idea de qué salió mal durante las elecciones presidenciales anteriores (la desinformación viral, la propaganda patrocinada por el Gobierno, muchísimos bots, cada uno de nosotros aferrado a su propia burbuja de realidad tribal) y, de cualquier forma, estamos listos para precipitarnos de nuevo en otro experimento de democracia conducido con medios digitales.
Voy a ser totalmente honesto: estoy aterrado. Paso gran parte de mi tiempo en busca de maneras edificantes de interactuar con la tecnología.
Llevo un año recomendándoles meditar, llevar un diario digital, hablar con otras personas por teléfono y no tuitear nunca. Aun así, al comenzar esta nueva década, me invade una sensación de enorme pavor.
Es muy probable que el internet ayude a acabar con el mundo este año y no tengo ninguna fe en que contemos con las herramientas necesarias para impedirlo. A menos, claro está, que todos seamos muy pero muy cuidadosos. Como diría el famoso oso Smokey en alguna de sus campañas de prevención de incendios, aunque en este caso acerca de nuestro ardiente discurso en línea: “¡Solo tú puedes prevenir la distopía!”.
Así que, en ese mismo afán, a continuación presento unas cuantas recomendaciones para mejorar el mundo digital en 2020. El contenido de circulación viral es una señal de alarma; desconfía de él.
Si fuera el rey de internet, impondría una regla forzosa: nadie puede compartir contenido si no espera por lo menos un día para pensarlo.
La circulación viral fue en algún momento un milagro encantador de la era de la conexión en red, cuando veías un video gracioso que todos compartían, te dejabas llevar por la fascinación y las carcajadas colectivas y se lo enviabas a tus 100 amigos más cercanos.
En su mejor expresión con memes, participar en este tipo de festín viral se percibía como una bendición que reforzaba vínculos sociales colectivos.