Tenemos en nuestras mentes pequeños o grandes proyectos, metas o decisiones, pero sin duda estas ideas, impactarán a la naturaleza
Liz Durán
Tenemos en nuestras mentes pequeños o grandes proyectos, metas o decisiones, pero sin duda estas ideas, impactarán a la naturaleza en algún punto de las acciones para lograrlas. Me explico; alguien en sus propósitos de año nuevo tendrá: “beber más agua simple, en lugar de refresco”, pero en ese objetivo –quiera o no– impactará a la ciudad y su medio ambiente, al beber diario seis botellas de agua, y tirarlas a la basura, ocasionando que el plástico llegue a vertederos y se produzca más CO2 o contamine mares y ríos.
El compromiso de esa persona podría ser, beber más agua ¡sí!, pero en un vaso, termo, o en la misma botella de plástico desechable por 15 días (no pasa nada), evitando desechar 89 botellas de plástico en ese tiempo.
Si esa conciencia se hubiera tenido a principios del siglo XX, esa pregunta de ¿qué pasara al intensificarse mi producto?, ¿cómo afectara al mundo y al ambiente?, Clarence Birdseye habría prevenido cómo disminuir el impacto de las bolsas de plástico en sus exitosos productos congelados.
También los componentes de productos que se han descubierto, por ejemplo, el aceite de palma; utilizado en, jabones, alimentos procesados, helados, pasta dental, etc…cuando “alguien” propuso explotar ese recurso, no se concientizó de cómo balancear el terreno, las acciones colaterales que pudieran abonar a minimizar el impacto ambiental o hasta la manera de ayudar a los países en los cuales se abusa de los recursos.
Es tiempo de que cada uno, en su sitio, abone no solamente a dar ideas de propuestas proyectos o retos. Tiene que ir más allá de grandes ideas, u obras, tiene que prevenir impactos y balancear.
Es así como la arquitectura, ingeniería o urbanismo también deberá esforzarse, hasta para decidir un terreno dónde construir desarrollos, carreteras, avenidas, o puentes, ya tiene que ir implícito el beneficio hacia personas, la zona o el medioambiente.
Por eso, sugiero dar ese extra en nuestros compromisos o propósitos, tener ese compromiso social y ambiental en nuestras decisiones y emprendimientos personales, empresariales e institucionales.