Hablemos de la etapa final del torneo de la Liga MX. Habrá que hacer una mención honorífica a los Gallos Blancos del Querétaro que hicieron un extraordinario torneo con muchas cosas por rescatar

Iván Torres

Primero, los 31 puntos serán una marca que difícilmente un equipo queretano podrá superar, pusieron la vara alta y qué bueno; el que venga tendrá una referencia para trabajar en beneficio del equipo.

Se dejó la estirpe de ser un equipo peligroso; se ganó respeto. Escuché a muchos que le quisieron dar la vuelta a los Gallos y no enfrentarlos en la primera etapa de Liguilla.

Eso habla de que se ven aspectos tácticos que son difíciles de superar. Creo que la modestia con que se armó este equipo y los resultados que obtuvo es su mejor arma. Lo vuelve impredecible.

Entiendo que las charlas de sobremesa que Vucetich tuvo con personas cercanas habló de la velocidad de su delantera y lo confirmó.

Nadie paró a Fabián Castillo, Aké Loba, Ayrón del Valle, Clifford Aboayé, respaldados con Marcel Ruiz y Jordan Sierra en la media cancha. Ciertamente no fueron lo contundentes que uno hubiera deseado, pero alcanzó para llegar en cuarto lugar de la competencia.

Solo espero que hayan guardado el “cuero” para la Liguilla. Para los que no entendieron, esperemos que la contundencia llegue en estos partidos de fase final. Un último dato, Gallos llega como la segunda mejor defensiva.

Eso es clave en esta instancia. Pasando a lo que ofrecerán los demás equipos, creo que Santos y León llevan mano para llevarse el título, más León que los laguneros.

Lo digo porque en el torneo anterior, los dirigidos por ‘Nacho’ Ambriz sufrieron para llegar a la final y en la final pagaron por decisiones y lesiones que hoy no tienen.

Creo que aprendieron y si llegan al último partido; ‘Nacho’ y sus felinos saben qué hacer para ser campeones. No digo que no hay oportunidad para el América, Necaxa, Tigres, Rayados o Monarcas, pero no creo que lleguen con el nivel de los antes mencionados. Solo abogamos y suplicamos que se priorice el espectáculo por encima de todo, gane quien gane.