Muchas veces nos preguntamos por qué tanto interés de que los hijos sean independientes
Laura Casados
Muchas veces nos preguntamos por qué tanto interés de que los hijos sean independientes.
“Son niños y de nada les va a servir” o también he escuchado comentarios como “mientras pueda, le haré todo; ya después, tendrá tiempo para hacerlo solo/a”, pensando que están haciendo algo bueno, cuando no nos percatamos del daño tan tremendo que les podemos hacer en un futuro con ello.
La independencia no se trata de descuidar a tus hijos, olvidarte de ellos y darles algún aparato electrónico para mantenerlos entretenidos y no te causen problemas. Se trata de conocer sus habilidades y áreas de oportunidades, para en base a ello impulsarlos y motivarlos a que cada desventaja u obstáculo que puedan tener en la vida lo sepan convertir en un aprendizaje y un logro más.
Ser padre no significa regañar, corregir o ser el que manda y fuerza a hacer algo que no quieren, sino todo lo contrario, se trata de ser una guía en su camino y que le demuestren las diversas opciones que tienen, así como las consecuencias de cada una de sus decisiones que tomen, ya sean positivas o negativas, además de dedicarles tiempo de calidad frecuentemente.
Siempre digo que me encanta a lo que me dedico, ya que afortunadamente mi carrera en psicología me ha abierto la oportunidad de descubrir diversas maneras de poder apoyar a la gente, además de brindarles herramientas para su mejora personal.
Últimamente he podido asistir a diversas guarderías en el estado y me he percatado de que realmente los padres sí son la clave para el éxito de cualquier niño, tenga o no discapacidad, pues por más que las educadoras quieran apoyar y fomentar la independencia del niño, si no lo trabajan en casa, con solo un fin de semana tienen para echar para abajo todo el trabajo y los logros que se fueron obteniendo durante la semana y créanme que es sumamente frustrante las repercusiones que va teniendo en cada uno de los niños/as por el adulto en que se podrá convertir en un futuro si no se hace algo al respecto.
Por ello, es de suma importancia valorar las vidas que tenemos a nuestro cargo y hacerlo lo mejor posible y siempre preguntarnos: ¿esto que estoy haciendo en qué le puede perjudicar o beneficiar a mi hijo/a en su futuro?