Querida lectora, el ritmo, todo en la vida es ritmo, sin perderlo esta columna, convoca a viajeras empedernidas cada sábado en este territorio de tinta y papel
José Luis Oliva
Querida lectora, el ritmo, todo en la vida es ritmo, sin perderlo esta columna, convoca a viajeras empedernidas cada sábado en este territorio de tinta y papel, de pixel y puntero. Que mejor imagen del ritmo que el ancestral tambor, corazón de cualquier danza, catalizador de intensidades e intimidades. Mande sus historias de viaje a [email protected] y pruebe el otro lado del ritmo sabatino.
- El vientre y el tambor, A pesar de la aglomeración de experiencias, mi mente se siente cada vez más reducida. El cerebro y la razón se achican cuando crecen las emociones. Me siento rebasada en mi capacidad de entendimiento. Mi visita a India es un viaje de grandes alcances, de trascendencia. Los tambores de la plaza principal de nueva Delhi no los podré olvidar nunca por el intenso sonido de los tambores que por primera vez no escuché con los oídos. Después de esa ocasión ya ha habido varias así de intensas: tambores que escucho sin mis oídos.
- Mineral de Pozos. Hay varias leyendas de cómo, este pueblo mágico de Guanajuato, llegó a tener tantas tiendas de instrumentos prehispánicos. Todos sus habitantes directa o indirectamente viven de esta singular industria. Como siempre mi amigo Jair me acompaño, como siempre dejando celoso a mi esposo, pero ¿Por qué no le gusta a él acompañarme a mis aventuras espirituales? Ya ahí llegué al “Venado Azul” un santuario de tambores gigantescos, viajé a otras galaxias con la famosa “limpia con tambor” que hace ahí el chamán Luis. ¡Que experiencia tan intensa! Sonidos que te sacuden y te hacen temblar, llorar y reír, ¡inolvidable “tamboriza” me pusieron!
- El templo de Naritasan. A un par de horas de Tokio viví las más alucinante de las experiencias y vaya que soy una mujer que ha vivido excéntricas situaciones. Es un festival de primavera que gira alrededor del tambor, muchos tipos, muchos grupos. muchos estilos. Hay hasta nueve escenarios simultáneos. Dos días de intensos sonidos que concluyen con un intenso desfile de todos los artistas que participaron, ¡mas de 1800! Y todos tocando fuerte y caminando. Indescriptible lo que sientes. Estuve en el 2017 y según mis cuentas estaré en el 2021.