Los actuales acontecimientos en Chile nos dan la oportunidad de realizar muchas preguntas y reflexiones. A pesar de la validez de las peticiones o de la protesta, la violencia es rechazada, pero algunos reporteros y analistas reflexionan sobre la actitud de una juventud que se manifiesta sin un fin político definido para cambiar una situación específica. Las acciones en este país parecieran más una catarsis social. ¿Cómo identificar si es revuelta o protesta política?
El rector de la Universidad Diego Portales de Chile, Carlos Peña, señala que debemos recordar que la desobediencia civil tiene un grado de dignidad y una petición concreta; cosas que no identifica en las manifestaciones chilenas. Un ejemplo de estas protestas dignas sería no pagar el transporte público y esperar a ser detenidos para evidenciar que, con un número enorme de personas dignas realizando la misma acción, el Gobierno estaría rebasado para actuar legalmente. Entonces, los políticos tendrían que dar marcha atrás a su actuar o hacer una excepción legal para no detener a tantos protestantes, dejando claro que el descontento social los superó, pero con una responsabilidad enorme de estos valientes ciudadanos de respetar la ley.
En Francia, las manifestaciones de los chalecos amarillos buscaron articular las protestas en acciones claras y un manifiesto de peticiones concretas. No obstante, no lograron crear un movimiento articulado y las acciones de desorden fueron rechazadas por una mayoría. El resultado fue una disminución de la fuerza del movimiento. En México, muchas marchas que hemos vivido en los últimos meses mezclan movimientos claros con reclamos específicos y la coyuntura de otros sin fines específicos. El reto social será ensamblar estas fuerzas inconexas en un actuar claro para lograr fines determinados.
El rector Carlos Peña señala que mantenemos una falsa idea con los reclamos de los jóvenes y creemos que pueden manifestarse ostentando una verdad que para ellos les permite transgredir cualquier norma. Sin embargo, ofrece también una crítica y una forma de medir la dignidad de estos movimientos: sí respetan la ley y buscan un cambio concreto, tienen algo de dignidad. ¿Usted qué opina?