Una medida de Barack Obama contra el Estado Islámico ayudó a rescatar a los yazidíes
Nicholas Kristof
En 2014, Barack Obama respondió con ataques aéreos y una operación de rescate cuando el Estado Islámico inició un genocidio que consistió en masacrar a los hombres y someter a la esclavitud sexual a las mujeres y las niñas de la minoría religiosa yazidí. La medida de Obama y la intervención heroica de los combatientes kurdos salvaron decenas de miles de vidas yazidíes.
“Pese a que Estados Unidos nunca ha podido corregir todos los males, sí ha hecho que el mundo sea un lugar más próspero y seguro”, declaró Obama en ese momento. “Además, nuestro liderazgo es necesario para garantizar la seguridad y la prosperidad globales de las que dependerán nuestros hijos y nuestros nietos”.
Contrastemos la decisión de Obama, quien colaboró exitosamente con aliados para evitar un genocidio, con la traición de este mes del presidente Donald Trump a esos mismos socios kurdos, la cual derivó en una victoria para la organización del Estado Islámico, Turquía, Siria, Irán y desde luego, Rusia, ya que, al parecer, casi todo lo que hace Trump termina beneficiando a Moscú.
“¿Quién puede confiar en el Estados Unidos de Trump?”, pregunta la revista The Economist en su más portada reciente. El senador republicano de Utah Mitt Romney añadió: “Lo que les hemos hecho a los kurdos quedará registrado como una mancha de sangre en los anales de la historia estadounidense”.
Trump se justificó diciendo que los kurdos “no eran ningunos angelitos” y comparó el combate en Siria que él desató –el cual dejó cientos de personas muertas y 300 mil desplazadas– con un par de niños dándose puñetazos en un terreno baldío. Su propio enviado especial, Brett McGurk, respondió en Twitter: “Es una declaración ofensiva e ignorante”.
Dado el heroísmo de los kurdos para frenar el genocidio contra los yazidíes en 2014, es brutalmente irónico que ahora la traición de Trump haya puesto en riesgo a los kurdos de ser víctimas de crímenes de guerra y limpieza étnica por parte de los turcos.