Miguel Rodríguez
Son muchos los libros, las teorías y los ejemplos de emprendimiento que existen y que inspiran a otros a soñar con emprender en sus vidas. La gente ve el emprendimiento como una opción de transformación personal, de alcanzar el éxito y de lograr la independencia financiera y reconocimiento, pero esto no es tan sencillo.
Sea cual sea la iniciativa que usted tenga cultural, tecnológica, deportiva, todas ellas requieren atravesar un camino que conduce a la pérdida total de los miedos. Asumir los retos que el emprendimiento implica es una misión para valientes. Se necesita pensar y repensar las ideas, generar calidad, planificar, ser disciplinado, verificar el segmento de los clientes, hacer presupuestos, crear buenas relaciones, hacer planes de mercadeo y, sobre todo, de tiempo, mucho tiempo, para transformar tu vida y la de los demás. Como ya lo dije, no es tan sencillo.
Sin embargo, en mi vida como empresario la mejor escuela que he tenido y, en la que he aprendido a sortear todo lo anterior, es la Vida. La familia es la primera empresa que debemos cimentar y construir con las mejores bases. Dentro de la familia nos construimos nosotros mismos, desarrollamos esa vida que no es igual ni copia de la de nadie; esa que te hace ser auténtico, que te hace reír, llorar, soñar, atravesar caminos, disfrutar de los sentidos; esa vida con música, de colores, de colegio, universidad, de compartir, de tristezas y desilusiones, de momentos bellos y duros, de simplemente vivir.
Cuando aprendemos a ser los CEO de nuestra propia vida y a sobrellevar gerencialmente esta gran empresa, con control de nuestras emociones, estamos fortalecidos y listos para recorrer ese camino arduo que se llama emprender.
Bienvenidos desde hoy a ‘Empresarios plus’.