Por lo que nuevamente pondremos sobre la mesa el tema de la basura, pero no olvidemos que la contaminación y el medioambiente no distinguen Gobierno, ciudadanía o religiones
Raúl Lorea
El pasado 14 de octubre participé en un taller de Consulta Pública del Programa Municipal de Gestión Ambiental y Cambio Climático de Querétaro, la sesión se trató de capacitarnos brevemente sobre la normativa que rige la materia ambiental a nivel municipal y en cómo se trabajarán una serie de propuestas a través de los Concejos Temáticos del Medio Ambiente, Desarrollo Rural y del Consejo de Urbanismo y Movilidad.
Por lo que nuevamente pondremos sobre la mesa el tema de la basura, pero no olvidemos que la contaminación y el medioambiente no distinguen Gobierno, ciudadanía o religiones. Es responsabilidad de todos poner de nuestra parte para cuidarlo, ya sea desde casa, en nuestro trabajo, la escuela o en nuestro barrio, la contaminación debe ser el enemigo a vencer.
Pareciera que no ha pasado mucho tiempo desde la última vez que, aun siendo niño, fui a la tienda y era obligatorio llevar una bolsa de casa para cargar lo comprado, principalmente los refrescos que pesaban demasiado. La Administración municipal anterior modificó su ordenamiento jurídico para prohibir definitivamente el uso de esas bolsas desechables, ya que son causa de contaminación.
Muchos aplaudimos la iniciativa, pero la vimos más como un pequeño ajuste para obtener simpatía y no con un verdadero objetivo ecologista.
Lo mismo acaba de suceder con la prohibición de popotes, que lo aplaudimos y reconocemos todos como habitantes del municipio de Querétaro, pero que consideramos es solo un pequeño paso de miles más para encaminarnos a una cultura sustentable.
Con esa consulta en la que participaremos los Concejos Municipales tengo buena expectativa, y junto con la prohibición de popotes no biodegradables realmente espero que se abone a una cultura más encaminada a la sustentabilidad que tanta falta nos hace como sociedad.
Esperaría que se sumaran los demás municipios de nuestro estado y pongamos el ejemplo a nivel nacional, no solo con la prohibición de un solo objeto, sino con un verdadero cambio de cultura desde la Administración municipal hacia los ordenamientos jurídicos y sobretodo que en casa tengamos la tranquilidad de que estamos haciendo algo para cambiar. Nuestro mundo nos necesita