Al ser parte de los operadores de una institución gubernamental, adquieres el deber de atender con sensibilidad
Sergio Arellano
Al ser parte de los operadores de una institución gubernamental, adquieres el deber de atender con sensibilidad y, a la vez, tienes la encomienda de tomar en consideración los aspectos específicos del sector que atiendes para evitar cualquier acto de discriminación o como en este caso, negligencia.
Recientemente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Instituto Nacional de Migración (INM) en atención a un mal diagnóstico del cuerpo médico adscrito a esta dependencia con una niña de origen guatemalteco.
Al obrar bajo el resguardo de la estación migratoria de Las Agujas en la Ciudad de México, no se siguieron los protocolos suficientes para la protección de la familia retenida ni el aseguramiento de criterios esenciales del sistema legal mexicano como el interés superior del menor, seguridad jurídica, acceso a salud y el valor primordial de la vida.
Resulta que no previeron una lesión visceral interna en la infanta; hecho que provocó su deceso al sufrir una caída inesperada y golpearse en la zona afectada. Lo más triste es que no solo hubo negligencia en la detección de los síntomas, sino que ‘postmortem’ le indicaban a la madre que no denunciara el suceso ante las instancias correspondientes para ‘reducir el tiempo del trámite’.
Exhortar a la autoridad en cuestión a la reparación integral del daño no soluciona de fondo la problemática actual de las entidades de Gobierno; finalmente estamos presenciando una administración insensible que evita ahondar en la situación particular del grupo vulnerable y con tratos indignos. No es una novedad que los migrantes en nuestro país buscan las condiciones idóneas para su desarrollo o en su defecto, transitan el territorio rumbo a Estados Unidos.
En ambas circunstancias tenemos que ser garantes de las libertades fundamentales y capacitar a los servidores públicos para prevenir estos escenarios penosos que desacreditan el funcionamiento del aparato burocrático.
Que sirva este testimonio para que los funcionarios en el ejercicio de sus labores actúen conforme al marco constitucional y apliquen los manuales de operación de sus secretarías y organismos, sin descuidar la defensa de los derechos humanos como punto cardinal.