Siempre nos han hablado acerca de los límites, de que son importantes y de que no debemos dejarnos de nadie, pero ¿realmente nos han dicho cómo hacerle, cómo nos servirá y cómo nos servirán?
Laura Casados
Siempre nos han hablado acerca de los límites, de que son importantes y de que no debemos dejarnos de nadie, pero ¿realmente nos han dicho cómo hacerle, cómo nos servirá y cómo nos servirán?
Como padres, es de suma importancia conocer ambos lados de los límites. Por un lado, puede ser una de las mejores herramientas que tengan los niños en un futuro para salir adelante, pero por otro lado puede ser un obstáculo mayor que pueden estar ocupando con sus niños y sin darse cuenta estarles diciendo constantemente “no puedes, no eres lo suficientemente bueno para hacerlo”.
Así que será que realmente les hemos enseñado los límites o los hemos limitado nosotros mismos. Otra parte importe es darnos cuenta de cuánto es el tiempo que nos dedicamos al día a nosotros/as mismas, ya que la mayoría de la veces y en especial con las personas con discapacidad centramos toda nuestra atención en todos menos en nosotros y esto nos repercute, pues llega un momento en que deseamos ese tiempo, que ya después muy difícil recuperamos.
Sí, efectivamente al principio todo niño requiere demasiadas atenciones y cuidados, pero eso solo en un inicio; recuerden que la misión de los padres es formar personas productivas dentro de la sociedad.
La educación debe ser con congruencia y con base al ejemplo, porque no podemos estar exigiendo algo que no hemos ni siquiera intentado. Como en el caso de los deportes, hay papás que les gusta tomar el papel del entrenador cuando nunca en su vida han estado en una alberca, así que debemos tener cuidado y ser muy conscientes de lo que les estamos solicitando.
Pasa exactamente lo mismo en cuestión de los castigos, pues a la mera hora nos arrepentimos cuando le decimos “no usarás tu teléfono en dos meses”; pero ¿nos pusimos a pensar, en caso de alguna emergencia, cómo se comunicarán?
Lejos de ser un castigo que muchas veces se convierte en incumplible, es enseñarles en carne propia las consecuencias de sus actos, ya que solo así comprendemos en verdad la lección y esto tiene que ser tanto el lado bueno como el malo de cada una de las situaciones que se presenten. Así que no temamos a los límites y usémoslos a nuestro favor y con amor.