Los republicanos han pasado el último medio siglo haciéndonos creer que son más patriotas y están más comprometidos con la seguridad nacional
Paul Krugman
Los republicanos han pasado el último medio siglo haciéndonos creer que son más patriotas y están más comprometidos con la seguridad nacional que los demócratas.
La victoria de Richard Nixon en 1972, la de Ronald Reagan en 1980 y la de George W. Bush en 2004 (la única elección presidencial de las últimas siete en la que un republicano ganó el voto popular) en parte dependieron de hacerse pasar por el candidato más preparado para enfrentar a los extranjeros amenazantes.
Barack Obama enfrentó acusaciones difamatorias constantes de ser demasiado deferente con los gobernantes extranjeros. ¿Recuerdan “la gira de las disculpas” o las afirmaciones de que había cedido ante los líderes extranjeros? Sin embargo, ahora tenemos un presidente que realmente es antipatriota hasta el punto de traicionar los valores y los intereses estadounidenses.
Desconocemos hasta dónde llegan las fechorías de Donald Trump; no sabemos, por ejemplo, hasta qué punto sus políticas han sido moldeadas por el dinero que Gobiernos extranjeros han prodigado a sus negocios.
Pero incluso lo que sí sabemos –su solicitud confesada de ayuda extranjera para encontrar información que pudiera desprestigiar a sus rivales políticos, sus elogios a los autócratas brutales– habría hecho que los republicanos aullaran que hubo traición, de haberlo cometido un demócrata. Sin embargo, casi todos los políticos republicanos parecen no tener ningún problema con el comportamiento de Trump.
Esto significa que es momento de llamar al superpatriotismo republicano por lo que es, incluso mucho antes de que Trump apareciera en la escena: un fraude. Después de todo, un verdadero patriota está dispuesto a hacer algún sacrificio, renunciar a alguna meta personal o política, en aras del interés nacional.
¿Alguien puede señalar a alguna figura destacada del Partido Republicano moderno que haya hecho eso? De hecho, los periodos en los que los republicanos se esmeraron en envolverse en la bandera fueron también los períodos en los que se hizo más ricos a los ricos.