Como comentaba en una entrega anterior, los concursos de obra pública se rodean de esfuerzos y sacrificios de los que poco se sabe entre la ciudadanía.
Tras una temporada de 5 semanas consecutivas sin descansar ni sábados ni domingos, y saliendo tarde de la oficina, entregamos un concurso de Obra Pública en otro Estado.
Ello implicó analizar el proyecto, planear logística, analizar los costos, buscar los mejores precios con los posibles proveedores, analizar el procedimiento constructivo, todos los planos, cuantificar las cantidades de obra, buscar los bancos de materiales autorizados cerca de la obra, imprimir, entre muchas otras actividades.
Para ese concurso tuve al mejor equipo de trabajo a mi lado: Gracias a Lore, Diana, Mariel, Dianita, Leo, Alex, Gus y Bren, que dieron lo mejor de sí para sacar adelante el compromiso.
Imprimimos casi 5 paquetes de hojas, todavía un par de horas antes de entregarlo estábamos firmando todos y cada uno de los papeles, esa noche no dormimos, pusimos hasta el último toque de energía que teníamos para envolver los documentos en el “sobre” que fabricamos (porque no cabían en uno normal) para que finalmente partieran rumbo a otra ciudad a presentar nuestra licitación.
Entre el desgaste emocional, desgaste mental, distanciamientos familiares, de pareja y amistades, sabíamos que el esfuerzo sería recompensado, teníamos confianza en que el equipo de ingenieros(as) y arquitectos(as) habría puesto su mejor empeño con el único objetivo de ganar esa obra.
Fueron semanas intensas porque nuestro trabajo rutinario se acumuló, complicándose la carga en otros proyectos, mientras la fecha de entrega se acercaba inevitablemente y los días se nos iban como agua.
Concursar para construir obra pública requiere un análisis profundo de todo el proceso constructivo, va más allá de sólo poner precios a una lista de conceptos, se planea desde un clavo hasta las trabes de un puente, los equipos, la maquinaria, la herramienta, la mano de obra y “todo lo necesario”, buscando siempre ofrecer la mejor opción para las dependencias gubernamentales y la ciudadanía.
Ayer fuimos partícipes del fallo y lamentablemente, amable lector, no ganamos. Gracias por participar.