Parece ser que el concepto político de moda entre jóvenes es el socialismo “millennial”. La plataforma de este movimiento parece retomar muchas de las posiciones que Franklin Delano Roosevelt promovió en los 1940s con su denominado Second Bill of Rights, particularmente (i) el derecho a tener un trabajo con remuneración suficiente para tener un estilo de vida digno, (ii) el derecho para los agricultores a poder vender sus productos a un precio que le dieran a ellos y a sus familias una vida digna, (iii) el derecho de cada familia a tener una vivienda decorosa, (iv) el derecho a tener un cuidado médico adecuado, (v) el derecho a tener una protección adecuada de los riesgos de la edad avanzada, enfermedad, accidentes y desempleo y (vi) el derecho a tener una buena educación.
Es importante reconocer que esta nueva corriente política difiere sustancialmente del socialismo tradicional en dos grandes temas. El primero es que sus objetivos no son únicamente económicos, sino mucho más sociales. El segundo es que ya no prevé la típica lucha de clases entre los dueños de los medios de producción y los obreros, sino que se ataca a la desigualdad social entre el 1% y el resto de la población.
En materia de objetivos, el socialismo “millennial” ahora busca que haya una garantía de de empleo para todos, se desmilitarice a los cuerpos policiacos, se flexibilicen y humanicen las políticas migratorias, se reconfiguren las políticas energéticas hacia energías renovables, igualdad entre géneros en materia laboral y política, etc. En materia de lucha de clases, el socialismo “millennial” busca ahora aglutinar a un 99% de la población que por definición incluye a la clase media y media alta, la burocracia, a los pequeños y medianos empresarios y, por supuesto, a la clase trabajadora y agricultores, siendo que en el 1% solo restan los grandes capitales y los políticos que se benefician de ellos.
Es importante entender este movimiento porque claramente tendrá efectos en el futuro político tanto de México como de los E.U.A. En E.U.A. pronto veremos si la fuerza de esta corriente es suficiente para que el partido demócrata elija como su candidato a una persona que enarbola los valores de este movimiento y si, a nivel nacional, dicha persona logra darle batalla al presidente Trump en el 2020.
En México AMLO supo posicionarse como el candidato de los seguidores de esta corriente, que más que estar preocupados por temas de disciplina fiscal y financiera, planeación macroeconómica, política de desarrollo industrial nacional, etc., tenían sus prioridades en temas de combate a la corrupción, democratización de instituciones gubernamentales, creación de redes de seguridad para clases más vulnerables, empleo o subvenciones garantizadas para todos, educación gratuita universal. En 2021 veremos si los socialistas “millennials” siguen dando su voto de confianza a MORENA como el partido que los representa o si, considerando la falta de avance y compromiso que a la fecha ha demostrado MORENA con los ideales de esta corriente, le pasan factura.
Pal gordito… Si les toca visitar el lugar más feliz del mundo, no dejen de pasar a degustar un Club Mojito en Carthay Circle dentro de California Adventure.