Siempre es bueno aprender sobre aquellas cosas que nos apoyan a mejorar y volvernos mucho más humanos y sensibles a diferentes temas relevantes en la actualidad, como la discapacidad en este caso, específicamente el autismo.
Este fin de semana, tuve la oportunidad de ver una película con grandes lecciones de vida que desafortunadamente me tocó ver en una sala vacía. Aunque me gustó mucho, en ese momento me pregunté: ¿Será porque no se le hizo la propaganda necesaria o simplemente a la gente no le interesan este tipo de temas?
Pues bien, la película de la que les hablo se titula ‘¿Conoces a Tomás?, la cual es una comedia dramática que gira en torno a un joven con autismo y sus ganas por descubrir el mundo. Para él, la música es tanto su manera de comunicarse como un escape, ya que algunos de los síntomas que presentan las personas con autismo son deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, movimientos corporales estereotipados, anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje, marcadas anomalías en la comunicación no verbal, insistencia irracional en el seguimiento de rutinas o actividades restringidas.
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo el cual se manifiesta durante los tres primeros años de vida. Su prevalencia es de uno de cada 150 personas, pero desafortunadamente en la actualidad no es posible determinar una causa única que explique su aparición. Muchos creen que es una enfermedad, pero en realidad no lo es, ya que simplemente es una condición de vida diferente, la cual se encuentra dentro de la discapacidad mental.
Como dicen, la película no es nada fácil el estar al cuidado de una persona con dicha condición, simplemente es de manera diferente, es como cualquier otra persona y no es cuestión de tratarla de manera diferente. Simplemente requieres ponerte en su lugar y ver la vida desde su perspectiva; solo de esa manera podrás comprender su forma de actuar y de sentir.
Así que conmemoremos cada año el 2 de abril como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo.