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Considerando que Trump ha sustituido al “Coco” como el personaje que más miedo imprime a los mexicanos, se vale echar la imaginación a volar para ver si hay algún valiente en el campo del Partido Demócrata de los E.U.A. que pueda hacerle frente y ganarle en las elecciones del vecino 2020. Las elecciones primarias 2020 del Partido Demócrata resultan particularmente interesantes ya que nunca ha habido tantos pre-candidatos, no hay un claro puntero y la base del partido está sumamente radicalizada y dividida. Por increíble que parezca, no pinta nada fácil poder ganarle al presidente Trump.
Hoy por hoy, hay 24 candidatos compitiendo en las elecciones primarias Demócratas. El ganador se determinará mediante un sistema mixto de votaciones realizadas a nivel estatal en juntas políticas (organizadas por el partido) y elecciones primarias (organizadas por los estados) donde se designan a delegados políticos quienes, en la convención nacional del partido, finalmente definen al candidato. Un candidato requiere tener al menos 1885 delegados, de un total de 3768, para ganar la nominación.
Parecía que el candidato líder era Joe Biden, antiguo vicepresidente bajo la administración Obama, quien tenía como sus fuertes ser una de las figuras del partido más conocidas, haber iniciado con una recaudación de 21 millones de dólares para su campaña de al menos 250,000 diferentes donantes y tener posiciones políticas moderadas; sin embargo, su participación en los recientes debates ha dejado mucho que desear. Al contrario, pudiera ser que, debido a sus brillantes participaciones en los dos últimos debates televisados, las nuevas estrellas en ascendencia sean las senadoras Kamala Harris y Elizabeth Warren. Harris es una senadora y ex-procuradora que se ha destacado por sus duros cuestionamientos al gabinete del presidente Trump y su agenda liberal de derechos civiles. Por su lado, Warren que también es senadora y ex-profesora de Harvard, destaca por su compromiso con la clase media y propuesta de introducir un nuevo impuesto sobre la riqueza. El otro candidato que no se debe descontar es Bernie Sanders, el senador de Vermont que mejor que nadie representa a la base progresista del partido demócrata con sus propuestas innovadoras de cobertura médica global, expansión de la seguridad social y educación superior gratuita, pero que ha batallado por tener relevancia en una carrera multitudinaria.
En vista del claro giro de la base demócrata hacia la izquierda, el mayor reto para el candidato demócrata será acercarse lo suficiente a los sectores más liberales de su partido para ganar la elección interna, pero sin llegar a un radicalismo de izquierda que pueda asustar a los votantes más moderados en las elecciones generales. Como verán, aún con lo atropellado y caótico de la presidencia Trump, la falta de un candidato demócrata “rockstar” y la radicalización de la base de dicho partido, hace muy posible que los mexicanos tengamos que vivir otros 4 años más con el Jesús en la boca bajo otro cuatrienio de Trump. Ojalá se me haga la boca chicharrón…
Twilight Zone… Justo cuando uno pensaba que se habían acabado los actos triunfalistas de nuestros líderes políticos, llega el gran bailongo para festejar la “hazaña” del 1ero de Julio, vaya transformación…