En la época actual, gracias al internet el intercambio de datos e información resulta fundamental en las actividades diarias. Ahora la información es omni-canal, por todos los canales posibles implica el enviar y recibir datos, ante ello surgen las siguientes interrogantes: ¿Hasta dónde es labor de un periodista el dar a conocer lo que se publica en el internet?
¿Dónde se divide la línea entre lo público y lo privado?
Quién piense que el subir información a esta red digital, y que sólo es un mecanismo de intercambio bidireccional, de ida y vuelta, es un error. Acostumbrados a la practicidad de no leer los contratos, para contar con la inmediatez de un servicio, ello nos hace corresponsables de entender que todo lo publicado en internet es por consecuencia público.
Es labor de un periodista el procurar que su fuente le provea información relevante, fidedigna, y de impacto; y si ella está vinculada al que hacer de un funcionario o de un gobierno que sirven a la ciudadanía, ello la hace pública.
Si bien se puede decir que la información relacionada a la vida privada de una persona es diferente a la de su quehacer profesional, el transmitirla vía internet, la convierte en candidata a ser obtenida y analizada por un tercero.
Si bien Julian Assange, fundador de Wikileaks es culpado por conspiración y buscan sea juzgado por gobiernos de diferentes naciones, de los cuales obtuvo información que ellos mismos publicaron, y respondiendo a la pregunta, ¿qué información en internet es pública o privada?
La respuesta es, “Todo aquello que se difunde en internet tiene el potencial de hacerse público”, no pequemos de inocencia, y entendamos que pese a que los datos pueden ser encriptados, toda llave tiene una contra-llave, y la culpa no es de quien difunde las ideas, sino de quien las expresa.
Ante ello ir en contra de Assange, quien ha difundido verdades incómodas, implicaría ir así mismo en contra de quienes las idearon, podrá ser acusado de espinoje, pero jamás de mentiroso, ya que simplemente pulió el metal que otro alfarero fundió como parte de su profesión, en caso contario ¿qué sería la transparencia? Como dice mi padre: “¿Sabes guardar un secreto? No se lo digas a nadie”.