El día de ayer escuché una declaración de parte de @lopezobrador_ que tengo que poner a su consideración, con un análisis de cadena de responsabilidades, respecto al problema del sargazo: “Este problema heredado, cómo otros, se han magnificado para cuestionar al nuevo gobierno pero no hay motivo para preocupación, este es un centro turístico, zona turística excepcional”. Esta declaración se da en el marco de la Conferencia de Prensa matutina que dio en el estado de Quintana Roo, y dónde la mayor parte de las preguntas se empezaron a dar en torno a este problema; incluso, el Secretario de Marina dio toda una explicación sobre la situación y acciones que se están tomando.
Posteriormente, el Presidente dijo: “Lo que buscaban, era que se pudiese contratar sin licitar y hacer negocio con el problema”. “Lo que puedo decir es que no es un asunto delicado, mucho menos grave”. ¿De que forma vamos a poder asignar los recursos correctos, cuando la fase I de cualquier situación problemática, es precisamente la detección, descripción y entendimiento del problema?
En primer lugar, no es un problema heredado, “cómo otros” (que también tendríamos que cuestionar esa frase). El problema del sargazo ha acaparado la atención de medios locales, de la zona de Cancún y la Riviera Maya, así como nacionales e internacionales, y, en todos los casos, se describe cómo un grave problema que está afectando a hoteles, restaurantes y prestadores de servicios turisticos en la región. Por ejemplo, la BBC de Londres describe el problema cómo: “Una infestación de algas marinas conocidas como sargazo se han extendido en las últimas semanas a lo largo de 1,000 km de playas, incluídas las más populares de la región, cómo Cancún”.
Es decir, si es un problema grave con daños colaterales para toda la población de la zona turística más importante del país, y no puede justificarse, ni dejar de asumir toda la responsabilidad para su resolución, diciendo que “es un problema heradado”. La situación no va a mejorar justificando la ineficacia en la resolución de problemas pretendiendo que la situación ha sido magnificada para que así se afecte el desempeño del Gobierno. Los problemas se van a resolver cuando se identifiquen claramente, se describan objetivamente con todos sus componentes y con base en ese diagnóstico, se implementen medidas reales de solución.